La capital rusa, Moscú, entró hoy en cuarentena con el cierre de los servicios no esenciales hasta el 7 de noviembre, entre máximos históricos de muertos y contagios por coronavirus en todo el país.
El alcalde, Serguéi Sobianin, adelantó el cierre de la urbe de doce millones de personas dos días antes que el resto de Rusia, que superó en las últimas 24 horas los 40.000 positivos y alcanzó los 1.519 decesos diarios por covid-19.
A partir de hoy, en la ciudad solo estarán abiertos los servicios esenciales como las farmacias, las tiendas de alimentación y los de venta de otros bienes de primera necesidad.
Los eventos masivos o espectáculos también están prohibidos durante las vacaciones obligatorias, mientras los teatros y museos continuarán funcionando, pero con la limitación del 50 % del aforo.