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La lava que mana sin interrupción desde hace más de tres semanas del volcán de la Cumbre Vieja, en la isla canaria de La Palma, ha obligado a evacuar de sus casas a unas ochocientas personas, ante la trayectoria que está adoptando una de las coladas de magma.

Desde el inicio de la erupción y hasta hoy el número de personas desalojadas de sus viviendas se acercaba a las 6.000.

Este martes, las autoridades decidieron este nuevo desalojo ante el avance lento pero inexorable por el municipio de Los Llanos de Aridane de una de las nuevas coladas, surgida el pasado sábado.

El director técnico del organismo encargado de la supervisión de la actividad volcánica, el Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, informó de que ha solicitado a los técnicos la elaboración de un mapa de peligrosidad respecto al rumbo que podría tomar la lava.