La lava que emana de la erupción en la isla española de La Palma y que cae al mar desde la pasada noche ha creado un 'enorme delta' de aproximadamente medio kilómetro de ancho, mientras que el océano a su alrededor ha cambiado de color por los efectos del material volcánico.
Desde el buque Ramón Margalef, que se encuentra a un kilómetro de distancia de la colada y que está en La Palma estudiando los efectos de la erupción, Eugenio Fraile, del Instituto Español de Oceanografía (IEO), explica a Efe que la lava cae de forma tranquila al mar.
'Solo en el momento de contacto entre el material volcánico y el mar se forman pequeñas nubes de gases, que son transportadas por el viento, pero que se diluyen rápidamente', explica el científico, jefe de la misión del IEO en La Palma.