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Las farmacéuticas Pfizer y Moderna están ampliando el tamaño de sus estudios clínicos de sus vacunas contra el coronavirus en niños de entre 5 y 11 años a petición de los reguladores estadounidenses.

Lo anterior, con el objetivo de investigar efectos secundarios poco comunes, entre ellos inflamación del corazón.

Según The New York Times, la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) de EE.UU., indicó tanto a Pfizer-BioNTech como a Moderna que el tamaño y el alcance de sus estudios pediátricos inicialmente planteados no son adecuados para la detección de efectos secundarios como la miocarditis y pericarditis.

La información se conoce poco después de que el presidente de EE.UU., Joe Biden, afirmara en un evento televisado que la aprobación de emergencia de las vacunas de covid para niños se produciría 'pronto', aunque la Casa Blanca no ha dado una fecha específica.

El medio señala que se desconoce si la petición de la ampliación de los ensayos clínicos de la vacuna afectará al calendario previsto para su aprobación.