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El futuro de las relaciones bilaterales entre Colombia y Ecuador está a la expectativa de los resultados que pueda arrojar la elección presidencial que se celebra hoy en el país vecino.

El debate está formado en torno al posible regreso del correísmo de la mano del favorito Andrés Arauz o la continuidad de una política conservadora que promueve el candidato Guillermo Lasso.

Es importante comprender esta coyuntura, ya que en la actualidad las relaciones diplomáticas entre ambas naciones están en un 'dulce' momento, avanzando en temas como integración, migración, seguridad y economía en una agenda de Estado, luego de la áspera crisis desatada en 2008.

El punto de inflexión

Unas relaciones históricamente cordiales se vieron fracturadas el 1 de marzo de 2008. La Fuerza Aérea Colombiana, en la llamada Operación Fénix o bombardeo de Angostura, realizó una incursión militar en la población ecuatoriana de Santa Rosa de Yanamaru en la que falleció el exjefe guerrillero ‘Raúl Reyes’. Este ataque supuso una violación colombiana a la soberanía territorial ecuatoriana.

'Esto marcó un punto de inflexión en las relaciones entre ambos países que fue muy difícil de recomponer en un principio, pero que ahora se ha ido reconstruyendo', dijo el analista Gabriel Orozco, doctor en relaciones internacionales.

Vale la pena recordar que para entonces Álvaro Uribe Vélez ocupaba el cargo presidencial en Colombia, mientras que Rafael Correa hacía lo propio en Ecuador.

'Rafael Correa perteneció a lo que se conoce como ‘eje bolivariano’, que se perfilaba en distintos países sudamericanos, encabezados por Venezuela, y que buscaba una integración regional, mientras que Uribe estaba al otro lado del espectro político, más cercano hacia EE. UU. Este fue el primer choque entre ambas ideologías, pero lo que lo agravó fue el bombardeo', precisó, por su parte, Juan Federico Pino, docente de relaciones internacionales en la Universidad Javeriana.

Adicionalmente, la ruptura diplomática también se agravó a raíz de la aspersión de glifosato en los departamentos de Nariño y Putumayo para erradicar los cultivos ilícitos. De acuerdo con Ecuador estas operaciones afectaban a las provincias de Carchí, Esmeraldas y Sucumbíos.