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Los restos del médico venezolano José Gregorio Hernández, cuya beatificación fue autorizada por el papa Francisco y tiene miles de fervorosos devotos en América Latina, fueron exhumados este lunes en una ceremonia solemne celebrada en Caracas como parte de los requisitos exigidos por El Vaticano.

La ceremonia estuvo encabezada por el cardenal venezolano Baltazar Porras, quien dio la orden de sacar los restos del considerado 'médico de los pobres', inhumado en 1975 en la céntrica iglesia de Nuestra Señora de La Candelaria de Caracas.

'Señores, procedan a la exhumación de los restos mortales del venerable siervo de Dios, doctor José Gregorio Hernández Cisneros', dijo el cardenal Porras como inicio del protocolo.

Un proceso bajo supervisión del cardenal

De ese modo, los operarios, supervisados en todo momento por el purpurado, se dirigieron al sepulcro del futuro beato, cuyos restos fueron trasladados a esta iglesia en 1975 tras una primera exhumación del Cementerio General Sur, en Caracas, donde fue enterrado inicialmente hace 101 años.

Minutos antes, había tomado juramento a Antonio Castillo, quien en 1975 era el jefe civil de la Nuestra Señora de La Candelaria y estuvo presente en 1975 cuando se depositaron los restos de José Gregorio Hernández en el lugar en que reposan.

Castillo juró que los restos que se encuentran en la tumba situada al inicio del templo son los del futuro beato.

Los trabajadores contratados para tal efecto se dirigieron a la tumba, sencilla y bajo una foto de José Gregorio Hernández con su bata de médico.

Sacaron el pequeño ataúd que contiene los restos del médico, con un relieve inspirado en el poema 'Píntame angelitos negros', bajo la supervisión del cardenal, y mientras sonaba música popular venezolana, décimas en honor a José Gregorio Hernández y un aguinaldo.

Tras sacar su ataúd, lo llevaron en procesión hasta el altar mayor de la iglesia mientras los asistentes entonaban un himno litúrgico.