El Gobierno de Venezuela rechazó este jueves el 'pliego de condicionamientos' que, aseguró, puso la Unión Europea (UE) para observar los próximos comicios parlamentarios del país, al tiempo que ratificó que estos se celebrarán el 6 de diciembre, una fecha que el bloque europeo había pedido retrasar.
'Ante la invitación que le hiciera formalmente el Poder Electoral para incorporarse al proceso de observación, es lamentable que la Unión Europea responda con un pliego de condicionamientos con la pretensión de desconocer incluso taxativos mandatos constitucionales', dijo el Gobierno de Venezuela a través de un comunicado de su Cancillería.
Este hecho, prosiguió Venezuela en el documento, refleja 'la posición sesgada' que tiene la UE sobre las condiciones del llamado a las urnas y es 'un acto inadmisible, que no se corresponde con el espíritu de la invitación realizada'.
La UE reiteró, desde el momento en que recibió la invitación del Gobierno de Nicolás Maduro, que es imposible organizar una misión de observación electoral para cualquier país, que debe contar con la participación de cerca de 200 personas, con tan poco tiempo de margen, por lo que se requiere un aviso con, al menos, 5 o 6 meses de antelación.
Sin embargo, el Ejecutivo venezolano, que invitó formalmente a la observación con tres meses de margen, obvió esta condición desde el primer momento e hizo caso omiso a las condiciones generales que la UE establece para coordinar una misión.
Respuesta a la UE
El comunicado de Venezuela es una respuesta a la petición que hiciera el bloque europeo de retrasar 6 meses las elecciones, que en las actuales condiciones no reconocerá, y tras la visita de una misión al país sudamericano.
La misión fue enviada a Venezuela el 24 de septiembre por el alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, y la encabezaron el secretario general adjunto del Servicio Europeo de Acción Exterior, Enrique Mora, y el director general en funciones para las Américas, Javier Niño.
El pasado martes, los europeos volvieron a Bruselas, después de reunirse en Caracas grupos de la oposición o la sociedad civil y con representantes del Gobierno del presidente, Nicolás Maduro: el vicepresidente de Comunicación de Venezuela, Jorge Rodríguez, y el gobernador del estado de Miranda, Héctor Rodríguez.
'El objetivo era convencer a las autoridades de que se pospongan las elecciones seis meses, no por retrasarlas, sino para dar tiempo a que el Gobierno y la oposición negocien sobre las condiciones', indicó el miércoles un alto funcionario de la Unión.
Polémicas elecciones
Las parlamentarias del 6 de diciembre han generado polémica en Venezuela por la presunta falta de condiciones que denuncia la oposición, que tacha el evento como un 'farsa' y ha dicho que no se presentará.
El jefe del Parlamento, Juan Guaidó, y a quien medio centenar de países reconoce como presidente interino, ha pedido a los opositores boicotear las elecciones, un llamado que respondieron al menos 40 organizaciones, dijo el pasado domingo.
Esta posición de Guaidó causó roces entre los líderes opositores, después de que el dos veces candidato a la presidencia Henrique Capriles señalara que participar en las elecciones ayudaría a ejercer presión contra Nicolás Maduro.
Pero Capriles rechazó ayer participar en estas elecciones a menos que sean retrasadas, advirtiendo que 'no hay condiciones en estos momentos' para acudir a las urnas.
'Esta elección tiene que ser postergada, nosotros pedimos que sea postergada, exigimos que sea postergada (...) por la pandemia, por la situación del país y para que la elección le sirva a Venezuela', dijo en una alocución que transmitió a través de sus cuentas en las redes sociales.