La saturación del cementerio municipal habilitado en la ciudad boliviana de Santa Cruz, la más afectada por la COVID-19, para enterrar a los fallecidos por esa enfermedad obligó a disponer de un segundo camposanto y a preparar un tercero para esos sepelios.
El espacio habilitado en el cementerio La Cuchilla por la Alcaldía cruceña para los entierros de muertos por la COVID-19 superó su capacidad, por lo que se abrió otro terreno en Los Cusis, otro camposanto dependiente del municipio.
Funcionarios y maquinaria municipales trabajan incesantemente en Los Cusis cavando las fosas individuales que serán la última morada de los fallecidos.
'Hemos hecho una planimetría de unos 900 espacios para sepultar a difuntos. Tenemos una máquina que realiza el cavado de los huecos y también tenemos albañiles que prestan ayuda a la ciudadanía', explicó a Efe el director de Cementerios de la Alcaldía cruceña, Ronald Romero.
Cada fosa tiene un metro de ancho, tres de profundidad y dos metros y medio de largo 'para evitar cualquier riesgo de contagio o contaminación que pueda haber', indicó.
Las familias de escasos recursos que no tengan dónde ni cómo enterrar a sus muertos a causa de la enfermedad pueden acceder a un servicio funerario provisto por la Alcaldía de forma gratuita, que incluye el traslado del difunto, la entrega de un ataúd de cartón y el entierro en el cementerio municipal.
Esta acción del municipio apunta a evitar 'que los difuntos estén amontonados o las morgues estén saturadas', según Romero.
Y también es una ayuda para las familias, 'porque es una peregrinación para aquellos que no tienen su mausoleo o no tienen los recursos para realizar los entierros de sus seres queridos', agregó.
Ya ha habido una treintena de entierros en Los Cusis y una vez que llegue a su capacidad, se habilitará un tercer camposanto, Santa Carla, donde la Alcaldía ha empezado con los trabajos de preparación del terreno.
Santa Cruz, la mayor región boliviana con más de tres millones de habitantes, es la que más casos de COVID-19 registra, con 761 fallecidos y 27.744 positivos confirmados, poco más de la mitad del total nacional.
Esa región reportó el jueves un récord diario de casos positivos, con 1.073, mientras que el número de personas recuperadas es de 14.820.
El total nacional en Bolivia, que tiene unos once millones de habitantes, es de 1.984 decesos y 54.156 contagios desde que se reportaron los primeros casos en marzo pasado, según los más recientes datos oficiales.