Los fallecidos en Nueva York por el coronavirus fueron recordados este sábado, en que se conmemora la independencia de EE.UU, durante el acto de reapertura del Memorial del 11S, que estuvo en pausa como el resto del estado por más de tres meses debido al azote del coronavirus.
La ceremonia estuvo limitada a un grupo de personas que incluyó a familiares de los que perdieron su vida en los atentados y trabajadores de primera línea durante el coronavirus y a partir de mañana comenzará a recibir al público en general.
Desde abrió por primera vez en 2014, el Memorial, que consiste de dos fuentes con los nombres de los que perdieron la vida y un museo, no han parado las visitas a este lugar, ubicado donde estaban las torres gemelas destruidas en los atentados.
'El 4 de julio es acerca del compromiso de nuestro país con sus subyacentes valores: libertad, igualdad, independencia y soberanía', dijo en el mensaje de reapertura la presidenta del memorial Alice Greenwald, quien recordó que el 11-s fue el peor atentado terrorista ocurrido en suelo estadounidense.
'Dicho eso, es además un emblema, de cómo podemos confrontar la adversidad y sobreponernos', afirmó.
Al acto asistieron el alcalde Bill de Blasio, el exalcalde Mike Bloomberg. el senador de Nueva York Chuck Schummer y el gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy.
Las reglas de distanciamiento social estarán en vigor durante las visitas al memorial.
A lo largo de varias salas repartidas en más de 10.300 metros cuadrados de exposición, los visitantes del museo pueden ver desde dos tridentes de acero que formaron parte de la estructura de la fachada de la Torre Norte hasta los restos de un camión de bomberos.
Los dos sectores principales del museo se encuentran bajo las enormes fuentes que presiden el Memorial del 11S, donde se pueden ver fotografías, maquetas y objetos personales de las víctimas y del personal de los servicios de emergencia y rescate.
También se encuentra 'la última columna', de 56 toneladas de peso y casi 11 metros de altura, retirada de la 'zona cero' en 2002 y que en las semanas posteriores fue cubierta de mensajes, fotos y otros recuerdos por el personal de rescate, los voluntarios y familiares.