La canciller alemana, Angela Merkel, alertó este lunes de que el creciente debate en su país en torno a la relajación de las restricciones en la vida social y la actividad económica puede dañar los frágiles avances contra la COVID-19.
Según informan medios alemanes, en una videoconferencia de la dirección de su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), Merkel se mostró preocupada por la posibilidad de que la premura por reabrir negocios y permitir actos públicos en algunos estados federados de al traste con la contención de la pandemia.
A su juicio, esto eleva fuertemente el riesgo de una recaída, pues transmite a la ciudadanía la sensación de que se ha superado la crisis, lo que conllevaría una relajación de las actuales prevenciones, como la distancia social, el lavado frecuente de manos y las mascarillas.
Algunos 'Länder' comienzan este lunes a dar pasos hacia la normalización, aunque con muchas restricciones y medidas de protección, tal y como acordaron los 16 estados federados y el Gobierno central el pasado miércoles.
Los 'Länder', no obstante, al tener las competencias, pueden concretar de forma diferente las líneas generales pactadas, dependiendo de sus necesidades, intereses y efectos de la pandemia en su territorio.
A partir de este lunes pueden abrir los negocios de hasta 800 metros cuadrados y el último curso de la formación obligatoria puede volver a las aulas, aunque en algunos estados federados esta medida no entrará en vigor hasta dentro de dos semanas.
Las reglas de distanciamiento social, sin embargo, se mantendrán como mínimo hasta el 3 de mayo, como se acordó el pasado miércoles.
En la videoconferencia, la canciller apuntó que el próximo 30 de abril habrá una nueva negociación del gobierno central y los 'Länder' para estudiar nuevos pasos en el regreso hacia lo que se ha dado en denominar 'nueva normalidad'.
En opinión de Merkel, será importante valorar los efectos económicos y sanitarios de estos primeros pasos hacia la normalización.
Alemania es uno de los países con más casos registrados, pero con una de las menores tasas de mortalidad. Según los últimos datos del Instituto Robert Koch, centro de referencia nacional en epidemiología, hasta el momento se han registrado 141.672 infectados y 4.404 muertes.
El pasado viernes el ministro de Sanidad, Jens Spahn, indicó que la pandemia parecía ya 'controlable', pues la tasa de contagio había caído hasta el 0,7, esto es, que cada nuevo infectado contagia a menos de una persona, lo que aplana sensiblemente la curva de afectados.