Miles de manifestantes se congregaron este viernes en la plaza Italia de Santiago, en la mayor concentración del año en medio de una semana en la que volvieron a emerger con fuerza en Chile las protestas callejeras contra el gobierno de Sebastián Piñera.
Los manifestantes comenzaron a reunirse en la tarde en las inmediaciones de esta céntrica plaza de la capital chilena, epicentro de masivas manifestaciones desde que estallaron las protestas sociales el 18 de octubre del año pasado.
El grupo chileno Illapu tocó desde un balcón de un edificio en las inmediaciones de la plaza Italia.
La policía cercó el lugar y usó chorros de agua y gas lacrimógeno para dispersar a algunos manifestantes encapuchados, que atacaron a los efectivos policiales con piedras y palos, en una dinámica que se repite cada viernes desde hace más de cuatro meses en una de las esquina de plaza Italia.
La cercana avenida Alameda fue cortada en ambos sentidos y las estaciones del metro aledañas fueron también cerradas, ante la gran cantidad de personas que arribaron hasta el lugar.
Esta semana volvieron a emerger con fuerza las manifestaciones callejeras en Chile en contra del gobierno del derechista Piñera, tras el regreso de las vacaciones por el verano austral.
La noche del lunes tras incidentes que se registraron en varios puntos de Santiago, donde también hubo saqueos y ataques al comercio, la policía reportó cerca de 300 detenidos y 76 efectivos heridos.
Durante este viernes, se registraron también manifestaciones en distintos puntos del centro de Santiago, lideradas especialmente por estudiantes secundarios, que esta semana retomaron las clases tras la vacaciones. De mañana, hubo enfrentamientos en los alrededores del Instituto Nacional -ubicado a pocas cuadras de la casa de gobierno-, después que liceístas lanzaran bombas molotov y se enfrentaran con agentes de la policía.
También, tal como ha ocurrido toda la semana, se produjeron algunos incidentes al interior del metro, que debió cerrar al menos unas 30 estaciones debido a las manifestaciones.
Las protestas en Chile estallaron, primero, en reclamo del alza en la tarifa del metro pero rápidamente derivaron en un generalizado reclamo en contra de Piñera y sus políticas sociales.
Los chilenos deben decidir en un plebiscito programado para el próximo 26 de abril, si cambian o no la Constitución política que se mantiene como herencia de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Las protestas se saldan con una treintena de muertos, varias estaciones del ferrocarril metropolitano incendiadas y centenares de locales comerciales atacados o saqueados a lo largo de todo Chile.