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Desde la antigüedad es un objeto de moda, de reconocimiento social, pero también desata fantasías e incluso fetichismo. Una exposición en Florencia (centro de Italia) relata la aventura del zapato y muestra que también para el calzado, todos los caminos conducen a Roma ...

Organizada en el elegante Palacio Pitti, la exposición se abre con docena de modelos de cáligas, las célebres sandalias de cuero que solían usar los legionarios romanos y que muchos conocen gracias a filmes como Ben Hur o el Gladiador e incluye hasta las creaciones contemporáneas de Saint-Laurent, Emilio Pucci o Ferragamo.

'Queríamos que el zapato fuera el personaje central de la exposición, porque desde la antigüedad se dejó de concebir como un simple accesorio', explicó a la AFP Fabrizio Paolucci, uno de los curadores de la exposición titulada 'A los pies de los dioses: el arte del calzado en la Roma antigua, el cine épico y la moda contemporánea', que permanecerá abierta hasta el 19 de abril.

'Platón, por ejemplo, no dudó en definir el arte de la fabricación de calzado como una verdadera ciencia. Por su forma o sus colores, esta prenda era la tarjeta de identidad de una persona y de todo aquel que la usaba: género, profesión o condición social', explicó.

El viaje del visitante se remonta a sus orígenes, a la modesta sandalia prehistórica, usada hace 10.000 años y que floreció luego en la antigua Grecia.

Protegiendo el talón pero dejando al descubierto el empeine y los dedos, la llamada 'Krepide', pasó a la historia a través de bellas estatuas de mármol o bronce, algunas de dioses, especialmente prestadas para la exposición.

Estos delicados zapatos, hábilmente atados, también son visibles en la cerámica del siglo V A.C. En un florero, el dios griego del amor, Eros, ayuda a una joven virgen a ponerse las sandalias que está por usar para su boda.

En una urna etrusca, una cortesana desnuda ata sus sandalias, cuyas suelas tachonadas dejan huellas en las alfombras que rezan 'Sígueme'.

Los zapatos griegos allanaron el camino para el nacimiento de las 'cáligas', que formaban parte del uniforme del soldado romano. Algunos modelos auténticos, con el cuero aún intacto, también se exhiben.