Compartir:

Los pensionistas británicos afincados en la costa mediterránea española manifestaban este sábado resignación y preocupación por su futuro, después de que el Reino Unido se haya convertido en el primer país en abandonar la Unión Europea.

'Está hecho y no hay nada que podamos hacer', dice Kevin Cunliffe mientras camina por el paseo marítimo de Torrevieja, una ciudad a unos 50 km al sur de Alicante y donde viven unos 5.000 británicos.

Aunque formalmente el Reino Unido abandonó la UE el viernes a medianoche (23H00 GMT), mantendrá las normas comerciales y de viaje del bloque hasta el final del período de transición, que debe concluir el 31 de diciembre de 2020.

Igualmente, según el acuerdo de retirada cerrado entre Londres y Bruselas, los británicos que sean residentes legales en España antes del fin de este período de transición podrán seguir viviendo en el país y acceder a su sistema público de salud.

A finales de 2019, España acogía a 378.139 británicos, según datos del gobierno español, siendo así la mayor comunidad de expatriados en un país de la UE.

Muchos son pensionistas, como Cunliffe, de 76 años, atraído por el soleado clima de la zona y su menor coste de vida.

Cunliffe está aliviado de saber que podrá seguir disfrutando del sistema sanitario español después del Brexit.

No obstante, este contable que se mudó a Torrevieja hace una década desde Newcastle, en el norte de Inglaterra, teme que esta política pueda eventualmente ser revertida en el futuro.

'Los gobiernos son conocidos por romper sus promesas', dice cerca del restaurante La Cantina, donde suelen desayunar muchos jubilados británicos al sol.

  El valor de la libra, esa incógnita

El techo de La Cantina, junto al paseo marítimo, está decorado con varias banderas, incluidas la del Reino Unido y la de la Unión Europea, lado a lado.

Rachel Tetlow, una secretaria jubilada oriunda de Edimburgo que vino a almorzar con su marido, dice que ya ha sentido el efecto de la caída de la libra. Y es que al convertir su pensión a euros, pierde poder adquisitivo.

Ahora teme que la libra siga cayendo, sobre todo si Londres no logra cerrar acuerdos comerciales con otros países. Una preocupación que ronda la cabeza de muchos pensionistas británicos instalados en España.

'Estamos saliendo menos a comer fuera y siendo más cuidadosos con la comida que compramos. Intentamos comprar más barato', resume.

La libra ha tenido numerosos altibajos desde que el Reino Unido votó a favor de abandonar la UE en junio de 2016. Actualmente está cotizando en baja de entre un 8 y un 10% respecto al euro y el dólar, en comparación con el nivel que tenía antes del referéndum.

Junto al paseo marítimo de Torrevieja, sembrado de palmeras, las agencias inmobiliarias publicitan numerosos apartamentos de una habitación en esta ciudad, por precisos bastante módicos que pueden rondar los 50.000 euros.

'Un tremendo error histórico'

Desde hace años, el bajo coste de la vivienda en la localidad ha atraído a muchos pensionistas europeos de renta media.

No obstante, varios agentes de la zona comentaron a AFP que desde el referéndum han vendido menos a clientes británicos, debido a la caída de la libra y la incertidumbre en cuanto a lo que el Brexit pueda traer.

Bob Houliston, un diplomático británico jubilado y ex alto funcionario de la UE, residente en la zona vecina de Orihuela Costa desde 2006, dice que siente 'una profunda tristeza personal'.

'Creo que para el Reino Unido ha sido un tremendo error histórico tomar este camino. Pero aquí estamos, esto es lo que hay y tenemos que aceptarlo, los británicos que vivimos aquí en España y la gente de Reino Unido'.

Houliston, concejal en Orihuela entre 2011 y 2015, dice temer las tensiones que puedan surgir entre españoles y la comunidad británica si Londres empieza ahora a tratar de forma diferente a los ciudadanos de la UE.

'En España hemos sido parte de la familia. De ahora en adelante, ya no somos miembros de la familia de la misma forma', dice este hombre de 82 años.

'Temo que se estropee esta buena relación, estas relaciones personales que tenemos con nuestros vecinos españoles'.