La guardia civil ha desmantelado una red de tráfico de EPO en España, desde donde esta sustancia dopante se enviaba por medio de paquetes a deportistas aficionados y profesionales de diversos países europeos.
La red estaba dirigida por varios ciudadanos serbios, uno de los cuales residía en Barcelona, afirmó la guardia civil este jueves en un comunicado, en el que precisa que unos españoles se encargaban de hacerse con la EPO a través de una clínica en Andalucía.
La información obtenida durante el operativo está siendo analizada para establecer una lista de posibles consumidores.
Los investigadores prevén 'que haya una gran cantidad de deportistas tanto nacionales como internacionales, de diferentes disciplinas deportivas y niveles, que accedían a estas sustancias dopantes con el fin de aumentar sus capacidades físicas'.
'Hay amateurs y deportistas profesionales, pero no vamos a decir los nombres de las personas', dijo a la AFP un portavoz de la guardia civil, precisando que se comunicará las identificaciones 'a las autoridades deportivas, que podrán tomar las medidas adecuadas, y a la autoridad judicial para sanciones penales'.
Seis personas han sido detenidas o investigadas en las provincias de Barcelona en Cataluña (noreste) y de Cádiz en Andalucía (sudoeste).
La eritropoyetina (EPO) - utilizada en medicina para contrarrestar la anemia ligada a la insuficiencia renal - era obtenida por un español, responsable de una clínica de diálisis de Cádiz.
La organización habría desviado EPO 'desde hace al menos diez años', según la guardia civil.
Para comercializarla, 'algunas de las web estaban creadas y dirigidas directamente a posibles clientes en Alemania, Italia o Francia, aunque se podía optar por traducciones en casi todos los idiomas de la Unión Europea'.
La guardia civil subraya que la calidad del producto dopante no estaba garantizada: centenares de jeringuillas precargadas fueron descubiertas en la clínica en malas condiciones de conservación.
La EPO desviada del circuito legal se destinaba al dopaje sanguíneo, para aumentar la cantidad de oxígeno que la sangre puede llevar a los músculos.
La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) recuerda que 'su mal uso puede provocar riesgos importantes para la salud de los deportistas' y aumenta el riesgo de sufrir 'problemas o ataques cardíacos y embolias'.