El duque de Edimburgo, Felipe, de 98 años, esposo de la reina Isabel II de Inglaterra, fue hospitalizado el viernes 'por precaución', informó la casa real británica en un comunicado.
El príncipe consorte 'viajó esta mañana desde Norfolk al Hospital Rey Eduardo VII de Londres para (ser sometido a) observación y tratamiento en relación con un problema preexistente', informó el Palacio de Buckingham.
'El ingreso es una medida de precaución, por consejo del médico de Su Alteza Real', precisó el comunicado.
Según la agencia de noticias británica Press Association, el duque no fue trasladado en ambulancia.
Por su parte, la reina, de 93 años, partió el viernes por la mañana en tren desde Londres para pasar las fiestas de fin de año en Sandringham, su residencia de campo cerca de Norfolk, en el este de Inglaterra.
Desde 2009, el príncipe Felipe ostenta el récord absoluto de longevidad en la posición de príncipe consorte tras el ascenso al trono de su esposa en 1952.
El príncipe se retiró de las actividades públicas en 2017 tras haber participado en más de 22.000 actos oficiales.
En junio de 2017, había sido hospitalizado durante dos noches para ser tratado de 'una infección vinculada a una patología existente'.
También la reina de Inglaterra, que es la monarca más longeva del mundo, ha reducido en los últimos años el número de sus apariciones públicas, aunque no tiene intención de abdicar.
Su hijo y heredero, el príncipe Carlos, de 70 años, la representa cada vez más en viajes al extranjero, al igual que sus nietos Guillermo y Enrique con sus respectivas esposas Catalina y Meghan.
Los últimos tiempos han sido difíciles para la familia real británica, sacudida este año por el escándalo sobre la implicación del príncipe Andrés, tercer hijo de Isabel II, en el caso del financiero estadounidense Jeffrey Epstein, acusado de violación a menores y hallado muerto en una cárcel de Nueva York en agosto.
También por los ataques del príncipe Enrique contra la prensa sensacionalista británica a la que acusa de acosar a su esposa como lo hiciera en su día con su madre, la princesa Diana, fallecida en un accidente de tráfico en París en 1997 cuando era perseguida por los paparazzi.
Enrique y Meghan no pasarán la Navidad, la primera de su hijo Archie, con la reina: se han tomado unas semanas de vacaciones y las están pasando con la familia de Meghan en California.