Compartir:

Hace 41 años, el 18 de noviembre de 1978, se registró en Guyana el mayor suicidio colectivo de la historia, provocado por Jim Warren Jones, un líder religioso oriundo de Estados Unidos.

La trágica historia empezó a construirse en los años 50 en Indiana (EEUU), cuando el protagonista se unió como auxiliar a una iglesia metodista para convertirse en Pastor y luego, en 1955, fundar su movimiento Templo del Pueblo.

Posteriormente, a mediados de los 60, se mudó para California y luego, a principios de los 70, se radicó en San Francisco, donde ganó notoriedad con el traslado de la sede principal del templo.

Jim Warren Jones –hijo de un matrimonio de campesinos: padre galés y madre escocesa– se unió al Partido Comunista y aunque sus primeras prédicas eran aparentemente bien intencionadas –rechazando el racismo, apoyando los derechos de los negros y promoviendo colectas para drogadictos y gente sin hogar–, otras iglesias cristianas protestantes lo repudiaron por su inclinación comunista.

Ante lo que él consideró un ataque, su respuesta no fue pacífica. El líder religioso insultó a la Biblia y se declaró como 'una divinidad no menos que Jesucristo'. Fue precisamente gracias a ese discurso y elocuencia que logró, a mediados de los años 70, reclutar para su secta al menos a seis mil devotos, la mitad de ellos personas negras.