Recorrieron la ciudad vieja, firmaron acuerdos de cooperación y se reunieron con autoridades. Los reyes de España iniciaron el martes una histórica visita a La Habana, que cumple 500 años, un gesto político en momentos en que Cuba enfrenta los rigores de las sanciones estadounidenses.
Felipe VI y Letizia fueron recibidos por el presidente Miguel Díaz-Canel, tras depositar flores ante el monumento al héroe José Martí en la Plaza de la Revolución, con el gigantesco rostro del Che Guevara como telón de fondo.
El rey y el presidente sostuvieron luego conversaciones oficiales en el Palacio de la Revolución. 'En cordial encuentro reconocimos las positivas relaciones bilaterales existentes, basadas en históricos lazos familiares y culturales que fortaleceremos', tuiteó Díaz-Canel.
Esta es la primera visita de Estado de un monarca español a la isla. Sin embargo, hay que recordar que en 1999 el Rey Juan Carlos I estuvo en La Habana con motivo de la cumbre iberoamericana de 1999. Luego regresó en 2016 por la muerte de Fidel Casto.
La visita de los reyes, que arribaron a La Habana la noche del lunes, ocurre en un momento de festividades para la capital cubana, que anualmente atrae a millones de turistas seducidos por sus calles detenidas en el tiempo y se apresta a celebrar el aniversario de su fundación, el 16 de noviembre de 1519.
Pero el contexto político no es para celebrar: la llegada en enero de 2017 de Donald Trump a la Casa Blanca puso fin al histórico acercamiento entre Cuba y EU que propició su antecesor Barack Obama.
Acusado de oprimir a su pueblo y de apoyar militarmente a Nicolás Maduro en una Venezuela en crisis, el gobierno cubano ha sufrido una lluvia de sanciones que ha afectado principalmente a su población, víctima de la escasez de gasolina.
En este clima, Cuba busca el apoyo de aliados tradicionales como Rusia y Venezuela, pero también de la Unión Europea (UE).
'El viaje de los reyes a la isla puede interpretarse como un respaldo a las relaciones económicas, políticas, culturales y de cooperación', consideró Raynier Pellón, experto del Centro de Investigaciones de Política Internacional en La Habana.
Este es 'un mensaje claro para la Casa Blanca', dijo el académico cubano Arturo López-Levy, de la universidad estadounidense Holy Names.
De hecho, el rey y Díaz-Canel presenciaron la firma de un acuerdo para impulsar la cooperación de España.
El pacto, rubricado por el canciller español Josep Borrell y su homólogo cubano Bruno Rodríguez, 'está dotado de 57,5 millones de euros' para impulsar proyectos de cooperación en Cuba, según medios estatales.
Tercer socio comercial de Cuba después de China y Venezuela -con intercambios de 1.390 millones de dólares en 2018-, España no ha dudado en criticar la política de Trump hacia la isla.
La activación del Título III de la ley estadounidense Helms-Burton, que amenaza con enjuiciar a las compañías extranjeras presentes en Cuba, es 'un abuso de poder al que nos oponemos', denunció Borrell en mayo.
Ante la preocupación de las numerosas empresas españolas que operan en la isla, el jefe de gobierno, Pedro Sánchez, prometió continuar 'alentando las inversión en Cuba', cuando visitó la isla en 2018.