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La alcaldesa del poblado de Vinto, vecino a Cochabamba, la oficialista Patricia Arce, fue agredida por una turba de vecinos el pasado miércoles, una acción que un día después causó rechazo dentro y fuera del país, por parte de sectores del oficialismo y la ONU.

Arce fue golpeada y humillada públicamente por airados vecinos que le arrojaron pintura roja en la cabeza, le cortaron el cabello y la obligaron a caminar descalza por las calles del pueblo.

Con un cuchillo en el cuello, sus agresores intentaron forzarla a que renegara de sus ideas políticas, pero ella dijo que prefería morir. Finalmente fue rescatada por la Policía. Sus atacantes además quemaron la sede municipal.

'Naciones Unidas deplora la violencia y trato inhumano ejercido sobre la alcaldesa del municipio de Vinto, al igual que las agresiones realizadas a otras mujeres, hombres, jóvenes, niñas y niños', dijo la oficina local de la organización en un comunicado.

De otro lado, el líder opositor boliviano Luis Fernando Camacho buscaba poner en jaque al presidente Evo Morales, al insistir este jueves en entregarle personalmente una carta de renuncia que espera que firme, mientras arreciaban las protestas en el país, que han dejado tres muertos y unos 200 heridos.

'No nos vamos a mover hasta que podamos hacer entrega efectiva de la carta' a Morales, declaró Camacho en rueda de prensa en La Paz.

En coincidencia con la llegada de Camacho a La Paz arreciaron las protestas en Bolivia: una persona murió y decenas resultaron heridas en la ciudad central de Cochabamba.