Tras varios retrasos, se realizó la exhumación de los restos de Francisco Franco de su monumental mausoleo en las afueras de Madrid, acto previsto a las 10:30 a.m. hora de España y madrugada de hoy en Colombia. Este acto se da 44 años después del fin de una dictadura cuyas heridas no han terminado de cicatrizar.
El gobierno de Pedro Sánchez (PSOE), en el poder desde junio de 2018, había hecho de la exhumación una de sus banderas para que el complejo del Valle de los Caídos dejara de ser un lugar de 'exaltación' de la dictadura franquista (1939-1975).
Es una 'gran victoria de la dignidad, de la memoria, de la justicia, de la reparación y, por tanto, de la democracia española', dijo Sánchez.
Los despojos del dictador, trasladados desde el Valle de los Caídos, a unos 50 km al noroeste de Madrid (en la sierra del Guadarrama), reposarán desde hoy en el cementerio de El Pardo-Mingorrubio en el norte de la capital, donde descansa su esposa.
Sánchez prometió la exhumación para el verano boreal de 2018, pero se retrasó más de un año por la batalla judicial planteada por los descendientes del dictador que dirigió España con mano de hierro tras impulsar un golpe de Estado contra la II República española e imponerse en la Guerra Civil (1936-1939).
La oposición acusa al líder del PSOE de utilizar este traslado para conseguir réditos electorales a poco más de dos semanas de los comicios legislativos del 10 de noviembre, a los que llega en una situación comprometida por la semana de disturbios violentos en Cataluña.
Flores y homenajes
Encargada por Franco en 1940 para celebrar su 'gloriosa cruzada' contra los republicanos 'sin Dios', la construcción del Valle de los Caídos duró casi veinte años y en ella participaron miles de presos políticos.
El complejo, situado en la sierra ubicada al norte de la capital española, consiste en una basílica horadada en la roca de la montaña y coronada por una enorme cruz de 150 metros de altura, visible desde muchos kilómetros a la redonda.
En nombre de una pretendida reconciliación nacional, el ‘Caudillo’ hizo trasladar, tras la inauguración del mausoleo, en 1959, los cuerpos de más de 30 mil víctimas del conflicto.