Un policía estadounidense blanco está bajo investigación este lunes tras ultimar a una mujer negra en su casa de Fort Worth, Texas, durante una operación rutinaria.
La familia de Atatiana Jefferson, de 28 años, pidió en conferencia de prensa que la policía de Fort Worth, que dirige la investigación, renuncie al caso y que el sospechoso sea inculpado 'rápidamente'.
La tragedia sucedió menos de dos semanas después de la sentencia a diez años de prisión de una policía blanca que en 2018 mató a un vecino negro por una confusión en Dallas, a unos 50 kilómetros de Fort Worth.
Esta vez, el caso comenzó con una llamada a la policía, en la noche del viernes, de un hombre preocupado tras ver la puerta de su vecino abierta por varias horas.
Dos agentes acudieron al lugar, recorrieron la casa y 'observaron a una persona parada cerca de una ventana', según un comunicado policial. 'Al percibir una amenaza, un policía sacó su arma de servicio y disparó', agrega el documento.
El oficial 'no anunció que era policía antes de disparar', reconoció el teniente Brandon O'Neil.
Jefferson estaba jugando con su sobrino de 8 años cuando escuchó un ruido en el jardín y se acercó a la ventana para ver qué sucedía, dijo el abogado de su familia, Lee Merritt. Murió antes de que llegara la ayuda.
Esta licenciada en biología, empleada en una empresa farmacéutica, había abierto la puerta para que el aire refrescara la casa, dijo su familia.
La policía de Fort Worth publicó un video de la intervención, donde se ve a agentes revisando el área con linternas. Al ver movimiento en una ventana, uno de ellos grita '¡Manos arriba, muéstrame las manos!' y dispara casi de inmediato.
El oficial fue suspendido y debe ser interrogado este lunes, pero la familia de la víctima quiere que un servicio federal se haga cargo de la investigación.