Donald Trump ratificó el lunes una ley que garantiza ayuda médica de por vida a los bomberos, policías y socorristas que enfermaron tras haber participado en las operaciones de búsqueda y despeje que siguieron a los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York.
'Nuestra nación tiene con cada uno de ustedes una deuda enorme que ninguna palabra, ningún acto, podrán jamás pagar', dijo el presidente estadounidense en los jardines de la Casa Blanca dirigiéndose a unos 60 rescatistas presentes el día de los atentados.
La ratificación de esta medida por Trump cierra un capítulo doloroso para los sobrevivientes de aquellas jornadas y los familiares de las víctimas, que hasta ahora debían reclamar periódicamente ante el Congreso la renovación del fondo de indemnización.
Producto de enfrentamientos políticos, el Victim Compensation Fund corría peligro de quedarse sin recursos, pero la nueva ley extiende su vigencia hasta 2092.
Los atentados del 11 de septiembre de 2001 provocaron cerca de 3.000 muertes, la mayoría de ellas en Manhattan, tras el desplome de las Torres Gemelas, y más de 6.000 heridos.
Otros miles de personas sufrieron posteriormente enfermedades, incluidos casos de cáncer, como consecuencia de la exposición a las emanaciones tóxicas que recubrieron el barrio de Wall Street durante varias semanas después de los ataques.
'Los primeros socorristas llegados de todo el país (...) trabajaron durante jornadas interminables y noches en vela. Lucharon para ayudar a cada una de las personas atrapadas en los escombros, y luego buscaron durante meses los restos de las personas fallecidas', dijo Trump.
El presidente, nacido en Nueva York, aseguró que estuvo presente en Manhattan en las jornadas posteriores a los atentados.
'Yo también estuve allí. No me considero como uno de los primeros en llegar, pero estuve allí. Pasé mucho tiempo allá junto a ustedes', dijo.
No hay datos claros acerca de cuánto tiempo permaneció Donald Trump en el 'Ground Zero', la zona rápidamente bloqueada por la policía.
En el pasado, el actual presidente dijo, sin aportar pruebas, que había enviado a más de 200 empleados a que participaran en las operaciones de limpieza.