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El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reconoció ayer que el exministro de Hacienda Carlos Urzúa, quien renunció en la víspera, tuvo diferencias con él y otros miembros del gabinete sobre distintos temas de política económica.

'Tuve diferencias con él, yo lo respeto mucho pero estamos en un proceso de transformación, aquí no se oculta nada', dijo el mandatario en su habitual conferencia de prensa matutina.

López Obrador explicó que una de las diferencias que tuvo con Urzúa fue sobre el Plan Nacional de Desarrollo, un documento en el que trazan los objetivos y prioridades de cada gobierno de México al inicio de la administración.

'Él es un hombre de criterios, tuvimos entre otras discrepancias lo del Plan de Desarrollo, que tuvo dos versiones y la versión que quedó es la versión que yo autoricé y que incluso me tocó escribirla', agregó.

López Obrador reconoció también que Urzúa tuvo diferencias con Alfonso Romo, el jefe de la oficina de la presidencia y enlace del gobierno mexicano con la iniciativa privada, sobre las instituciones que conforman la banca de desarrollo.

'Yo le encargué a Alfonso Romo que ayudara en la coordinación para el funcionamiento de la banca de desarrollo y no había en esto acuerdo, había diferencias notorias entre ellos', dijo al agregar que incluso 'puede haber otras renuncias' en su gobierno.

Académico de 64 años, Urzúa renunció a su cargo el martes al señalar discrepancias con la administración de López Obrador. El exministro dijo que 'se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento'.

Tras la renuncia, López Obrador nombró al frente de la dependencia a Arturo Herrera, quien se desempeñaba como subsecretario de Hacienda.

La decisión de Urzúa sacudió los mercados en México. La bolsa mexicana cerró el martes con una pérdida de 1,77% y el peso se depreció 1,36% frente al dólar.