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Catorce marinos murieron en un incendio en un submarino de investigación de la marina rusa en aguas territoriales de ese país, indicaron este martes las autoridades, en un hecho que trajo a la memoria la tragedia del ‘Kursk’ que conmocionó al mundo.

El presidente Vladimir Putin, muy criticado en 2000 por su gestión de la catástrofe del ‘Kursk’, calificó de ‘gran pérdida’ a la muerte de los marinos y reclamó una investigación 'para conocer las razones de esta tragedia'.

Las fuerzas armadas dieron muy pocos detalles del accidente ocurrido el lunes en un misterioso submarino destinado, según la versión oficial, al estudio del medioambiente marino y del fondo de los océanos.

Según el ministerio de Defensa, citado por las agencias rusas, las 14 personas murieron intoxicadas a causa del incendio, que fue controlado. El submarino volvió a su puerto de atraque.

El incendio se produjo durante una operación de recolección de datos en el lecho marino, según la marina rusa, que precisó que el sumergible tiene base en la ciudad cerrada de Severomorsk, en la región de Murmansk, en el Ártico.

Según fuentes citadas por los diarios rusos RBK y Novaya Gazeta, el submarino en cuestión sería el nuclear ‘AS-12’, apodado ‘Losharik’, por el nombre del personaje de dibujo animado soviético, a raíz de la forma poco común de su estructura.

Putin no dio el nombre del aparato pero confirmó que no se trata de un submarino común. 'No es una nave común, como lo sabemos se trata de una nave de investigación científica con una tripulación muy profesional', dijo.

Se conocen pocas cosas del ‘AS-12’, que no estaría armado, contaría con una tripulación de 25 marinos y podría alcanzar una profundidad de 6.000 metros, según Novaya Gazeta.

Numerosos accidentes

Este accidente recuerda a la tragedia del submarino a propulsión nuclear ‘Kursk’, joya de la flota rusa del Norte, que se hundió con 118 hombres a bordo el 12 de agosto de 2000, cuando comenzaba el primer mandato de Putin.

El ‘Kursk’ sufrió la explosión de uno de sus torpedos, lo que desencadenó la destrucción de todo el depósito de municiones y enviando al submarino a 110 metros de profundidad.

Veintitrés tripulantes sobrevivieron durante varios días tras la explosión, pero murieron al no ser rescatados a tiempo.

Ese accidente sigue siendo hasta la actualidad la peor catástrofe sufrida por la marina rusa, y una sombra en el legajo del jefe del Kremlin, muy criticado por su gestión de esta crisis.

En 2008, 20 personas murieron asfixiadas a bordo del submarino ruso ‘Nerpa’ en el Mar de Japón, tras haber inhalado de gas freón emitido por el sistema anti-incendio. Más de 200 personas se encontraban a bordo, una cifra mucho mayor a las 80 previstas.

Muchos accidentes mortales tuvieron lugar en los años 1960 y 1970 en submarinos, principalmente soviéticos, pero también uno estadounidense, el ‘USS Thresher’, desaparecidos con 129 personas a bordo, la catástrofe más mortífera hasta esta fecha.