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Felipe VI cumplió este miércoles cinco años como rey de España, en medio de una fuerte agitación política y con la población dividida sobre el modelo de Estado.

Para marcar el aniversario, Felipe y la reina Letizia condecoraron en el Palacio Real de Madrid a 41 ciudadanos españoles, considerados como un ejemplo para la sociedad civil. En el acto participaron sus hijas, la princesa Leonor, heredera del trono, y la infanta Sofía.

'Quiero reafirmar el compromiso de servicio al conjunto de los españoles, que desde el primer momento ha guiado mis actuaciones como jefe de Estado', dijo Felipe de Borbón, de 51 años, en un discurso solemne.

El reinado arrancó con la abdicación de su padre, Juan Carlos I, después de 38 años al frente del país, y cumple ahora un lustro con una sociedad dividida.

Según un sondeo publicado este miércoles por el diario digital El Confidencial y elaborado a partir de 1.031 entrevistas, el 50,8% de los españoles se considera monárquico, frente a un 46,1% que preferiría una república.

Las disparidades son numerosas según edades, territorios y sensibilidades políticas.

Mientras que los votantes de derecha se muestran abrumadoramente monárquicos, los de la izquierda radical de Podemos, cuarta fuerza parlamentaria, prefieren en un 86% un modelo republicano, y los socialistas están divididos.

'En España todos los cargos institucionales (...) deberían ser electos democráticamente', dijo este miércoles Irene Montero, la número dos de Podemos.

Por regiones, la monarquía recaba un apoyo mayoritario en Andalucía (75%) y Madrid (62%), y pocos en el País Vasco (24,7%) y Cataluña (21,6%).

Y es que en Cataluña le ha tocado a Felipe gestionar la crisis más grave en lo que lleva de reinado.

Su discurso del 3 de octubre de 2017, pronunciado dos días después del referendo ilegal de autodeterminación y en el que llamaba a restaurar el orden constitucional en la región, fue censurado por el independentismo, que lo consideró parcial y desde entonces lo ha puesto en el blanco de sus críticas.

En declaraciones a AFP, Yolanda Gómez, profesora de Derecho Constitucional en la Universidad a Distancia (UNED), responde que el monarca 'no podía hacer otra cosa' sino defender la integridad territorial del Estado, y que cuando posteriormente ha viajado en numerosas ocasiones a Cataluña 'ha ido con el refrendo del gobierno'.

Encorsetamiento

Desde su proclamación, Felipe VI ha extremado los esfuerzos por proyectar una imagen austera y neutral, lo que le ha valido críticas de quienes lo ven algo encorsetado en su ejercicio de la función.

'La capacidad moderadora [del rey] está muy disimulada por el encorsetamiento formal que hemos querido que tenga la institución', observó en Radio Nacional de España José Ignacio Torreblanca, director de la oficina madrileña del think tank europeo ECFR.

Según él, dicho papel moderador es más urgente cuando el multipartidismo en España viene aparejado de vetos cruzados entre formaciones, lo que complica formar gobiernos a nivel nacional, regional y local.

'Si vamos a un sistema de bloqueo, como lo que estamos viendo, vamos a necesitar un poder arbitrador y moderador' que 'empuje un poquito para facilitar las cosas', afirmó Torreblanca.

En este período, el monarca ha asistido a una agitación política formidable: tres elecciones legislativas, el fin del bipartidismo, el intento de secesión de Cataluña, los atentados yihadistas en esta región en agosto de 2017, y la primera moción de censura exitosa de la democracia española, que catapultó al poder al socialista Pedro Sánchez.

A ello se suma el ruido persistente en torno a su familia, que mucho tuvo que ver en la abdicación de don Juan Carlos, retirado por completo de la vida pública desde hace unos días.

Iñaki Urdangarin, cuñado del actual monarca, lleva un año y un día en prisión tras haber sido condenado a casi seis años por corrupción.

Y la polémica relación del propio Juan Carlos con una aristócrata alemana, Corinna zu Sayn-Wittgenstein, ha sido utilizada como instrumento de presión por el ex comisario de policía José Manuel Villarejo, encarcelado y sospechoso de blanqueo y malversación.

Villarejo, que de joven fue guardaespaldas de Juan Carlos, es célebre por sus escuchas ilegales a numerosas personalidades del mundo empresarial y político. Entre sus archivos figura una conversación con Corinna, filtrada a la prensa el año pasado.