El 6 de junio de 1944 los aliados de la Segunda Guerra Mundial desembarcaron en masa y por sorpresa en las playas francesas de Normandía, con los alemanes esperándoles mucho más al norte, en el departamento de Paso de Calais. Una gigantesca operación militar fue lanzada mientras Hitler dormía.
Un día antes, en Londres, el general Dwight Eisenhower, comandante en jefe de las fuerzas aliadas, asistió serio al desembarco de los paracaidistas, con sus rostros pintados de negro. Radio Londres, un medio de comunicación, 45 minutos antes, alertó a la Resistencia francesa del lanzamiento de la operación con la difusión de un verso de un poema de Verlaine: 'Los largos sollozos de los violines del otoño hieren mi corazón con monótona languidez'.
A las 12:05 a.m del 6 de junio había casi luna llena cuando 5.000 toneladas de bombas fueron lanzadas por los aviones aliados sobre las baterías alemanas a lo largo de la costa.
Minutos más tarde, un millar de planeadores aterrizaron para descargar hombres y material. Algunos quedaron ensartados en las estacas que el mariscal alemán Erwin Rommel hizo levantar sobre las playas o se hundieron en las marismas. Los aliados sin embargo lograron en la pequeña comuna francesa de Bénouville tomar el control de un puente estratégico, 'Pegasus bridge', cerca del café Gondrée, a menudo citado como la primera casa liberada de Francia.
Miles de paracaidistas ingleses y estadounidenses fueron lanzados a las costas normandas. En Sainte-Mère-Eglise, uno de ellos pasó la noche suspendido en el campanario de la iglesia.
En menos de seis horas, unos 23.000 hombres consiguieron mantener las líneas de comunicación con las playas del desembarco.
Cerca de la 1:00 de la madrugada, las unidades alemanas fueron alertadas, pero el mariscal Rommel, que volvió a Alemania por el cumpleaños de su mujer, dormía. No fue avisado sino hasta las 10: 00 a.m.
Sin embargo, a las 2:30 a.m. los paracaidistas ingleses tomaron Ranville, comuna francesa al norte de Caen.
Los militares lograron desembarcar y, aún eran las 5 de la madrugada, mientras Adolf Hitler, el líder nazi, dormía y su entorno consideró inútil despertarlo.
Los alemanes, que esperaban a los aliados mucho más al norte, en Calais, no creían en un desembarco masivo en Normandía.
Cuando amaneció y la marea estaba baja: el plan preveía que los estadounidenses desembarcasen de unos 5.000 barcos en las playas de la costa de Nacre, rebautizadas como Utah y Omaha, las tropas ingleses y canadienses en el este, en las de Gold, Juno y Sword.
En Omaha Beach, dominada por los acantilados, el desembarco se convirtió en una pesadilla. El mar estaba muy agitado, el agua helada, y los tanques, barcas y soldados equipados se hundieron. Otros fallecieron bajo los disparos alemanes. Más de 34.000 estadounidenses desembarcaron: 2.500 murieron o resultaron heridos.
A las 7:30 de la mañana, 53.000 soldados británicos desembarcaron en Gold y Sword. Hubo un millar de muertos y heridos. En Utah, desembarcaron 23.250 hombres, de los cuales 200 murieron o salieron heridos.
En Juno, los canadienses perdieron a 878 hombres de 21.400.
Pero a las 9:30 de la mañana, Eisenhower anunció, aliviado, 'el desembarco de los ejércitos aliados en la costa norte de Francia'. También había preparado un comunicado con el anuncio del repliegue de las tropas en caso de que la operación fracasase.
Y justo media hora después despertaron a Hitler.
A medio día, en Londres, el ex primer ministro de Reino Unido Winston Churchill anunció el desembarco en el Parlamento.
La tensión fue mayor al caer la tarde, cerca de las 6:00 p.m., el general Charles de Gaulle declaró: 'La batalla suprema está en marcha!'
En un solo día, desembarcaron 156.000 soldados aliados, de los cuales 11.000 murieron, fueron heridos o desaparecieron. Miles de civiles fueron víctimas de los bombardeos.
Un espía que engañó a Hitler. Joan Pujol, alias Garbo, era un barcelonés que se coló como agente doble en el entramado de inteligencia de la Segunda Guerra Mundial y que dio su gran golpe al convencer a los nazis de que el gran desembarco aliado de Normandía iba a ser en otro lugar.
Pujol fue uno de los agentes más importantes del MI5, los servicios de inteligencia británicos, engañando a Berlín con el establecimiento de una red de espías por todo el Reino Unido que sólo existía en su imaginación.
El régimen de Hitler nunca descubrió el engaño y llegó a recompensar a este español con la Cruz de Hierro, casi al mismo tiempo que lo condecoraban los británicos.
Los documentos desclasificados en 2016 por el gobierno británico destacaron la importancia de Pujol.
Garbo convenció a los alemanes de que el desembarco de Normandía era una maniobra de distracción y que el grueso de las tropas aliadas iban a entrar en Europa por Pas de Calais, mucho más al noroeste de Francia.
Pujol dijo a Berlín que 'el presente ataque era una operación de distracción a gran escala con el propósito de establecer una sólida cabeza de puente para atraer al máximo número de reservas alemanas y retenerlas ahí de cara a dar un segundo golpe con éxito asegurado', narró Tomas Harris, el agente a cargo de asesorar a Garbo, en un informe oficial del 13 de junio de 1944.
Pujol –aparentemente motivado por su odio al fascismo y al comunismo adquirido en la Guerra Civil española– empezó su carrera transmitiendo a los alemanes información falsa sobre el Reino Unido que inventaba viviendo en Lisboa, aunque los alemanes se habían animado a contratarlo cuando les visitó en la embajada en Madrid porque les aseguró que iba a establecerse en Londres.
Esa información y su red de espías inventada la elaboraba con 'una guía turística, un mapa de Inglaterra y unos horarios de trenes desfasados', según un informe del MI5 fechado el 12 de julio de 1943.
Pujol nació en Barcelona en 1912 en una familia de clase media. En la Guerra Civil española (1936-1939) vivió su primera experiencia de desdoblamiento. El conflicto le sorprendió en el lado republicano pero acabó desertando al franquista.