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El ciclón Kenneth golpeó el norte de Mozambique el viernes dejando un muerto y numerosos daños materiales, casi un mes y medio después de que otro huracán, Idai, dejara cientos de muertos en el centro del país.

El ciclón tocó con una violencia extrema, superior a la de Idai el pasado 14 de marzo, según el servicio de meteorología de Francia, con ráfagas de vientos de 280 km/h y cúmulo de lluvia de 100 a 150 mm de agua en 24 horas.

Menos de seis semanas después del devastador ciclón Idai que devastó el centro del país, Kenneth inundó el jueves en la tarde la provincia de Cabo Delgado, en la frontera con Tanzania, donde se registraron fuertes aguaceros y vientos.

Una persona murió por la caída de un cocotero en Pemba, la principal ciudad del norte y capital de la provincia de Cabo Delgado, informó el viernes Antonio Beleza, del Instituto Nacional de Gestión de Desastres (INGC).

Los primeros testimonios obtenidos por la AFP indicaron que hubo importantes daños materiales, especialmente en la isla turística de Ibo.

Allí viven unas 6.000 personas, el 90% de las casas resultaron destruidas, precisó Beleza.

'Es como si la isla fue bombardeada', informó un operador turístico sudafricano, Kevin Record, que pudo contactarse con su personal en el lugar. 'Es apocalíptico, 90% de la población está sin refugio. No hay comunicación, ni electricidad'. 'Es grave pero nadie murió', agregó.

En previsión de la llegada del huracán, los habitantes de esta isla turística se refugiaron en la fortaleza con víveres, según la propietaria suiza de un hotel, Lucie Amr. 'No espero encontrarme mi hotel entero', lamentó.

El viernes, Kenneth seguía barriendo en tierra, pero con vientos mucho menos fuertes (70 km/h máximo), según el Instituto Nacional de Meteorología, que rebajó el huracán a tormenta tropical.

Se espera que las fuertes lluvias se sucedan al menos en las próximas 24 horas, haciendo temer inundaciones y deslizamientos de tierra en Cabo Delgado, escenario desde 2017 de una insurrección islamista.

El paso de Idai por el centro de Mozambique a mediados de marzo causó más de 600 muertos en el país y unos 1.000 en la región, además de dejar a cientos de miles sin hogar.