Compartir:

Theresa May, se encaminaba el martes a sufrir otra dura derrota de su acuerdo de Brexit, renegociado hasta el último minuto con Bruselas, tras el llamado de sus principales detractores a votar contra él en el Parlamento.

A solo dos semanas y media de la fecha prevista del Brexit, el 29 de marzo, los diputados tienen prevista otra histórica votación a partir de las 19h00 (locales y GMT). En enero ya habían rechazado el acuerdo por 432 votos contra 202.

'Creo que esta noche los miembros de esta cámara se enfrentan a una elección muy clara, votar a favor de este tratado, en cuyo caso salimos la UE con un acuerdo (...) o arriesgarnos a un Brexit sin acuerdo o a ningún Brexit', advirtió May, visiblemente cansada y terriblemente afónica.

'Si el acuerdo no se aprueba esta tarde, el Brexit podría echarse a perder', agregó al abrir cinco horas de debate.

Al borde de la medianoche, May y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, habían anunciado en Estrasburgo, en el noreste de Francia, acuerdos de última hora sobre el punto más conflictivo del texto, la 'salvaguarda irlandesa'.

Pero estos no bastaron para calmar los temores de muchos diputados. Un influyente grupo de legisladores euroescépticos, que incluyen al jefe de filas del partido unionista norirlandés DUP -aliado clave de May en el Parlamento-, recomendó votar contra esta 'versión mejorada'.

'Sin cambios'

Pesó en su decisión la opinión legal del fiscal general Geoffrey Cox, encargado de aconsejar jurídicamente al gobierno.

En un informe publicado poco antes, Cox reconoció que los nuevos agregados al Tratado de Retirada 'reducen el riesgo' de que Reino Unido se vea 'indefinida e involuntariamente' atrapado en una unión aduanera con la Unión Europea.

Pero 'los riesgos jurídicos siguen sin cambios', sentenció echando un jarro de agua fría sobre la reavivada esperanza de que esta vez el acuerdo fuese aprobado.

Inmediatamente después la divisa británica, la libra esterlina, cayó bruscamente perdiendo más de 1% en pocos minutos.

La denominada 'salvaguarda irlandesa' busca evitar la reinstauración de una frontera física entre la República de Irlanda (que permanece en la UE) y la provincia británica de Irlanda del Norte para proteger el frágil Acuerdo de Paz de 1998. Pero los diputados euroescépticos en el Partido Conservador de May temen que deje, de hecho, al país atrapado indefinidamente en las redes europeas.

La solución presentada por May y Juncker el lunes consiste en un intrincado 'instrumento conjunto legalmente vinculante' por el cual Reino Unido puede denunciar a la UE si considera que esta actúa de mala fe para imponer una 'salvaguarda irlandesa' permanente.

Si los diputados tumban de nuevo el acuerdo, la primera ministra se comprometió a organizar una nueva votación el miércoles para que los parlamentarios dejen claro si están a favor o en contra de un Brexit sin acuerdo, dadas las catastróficas consecuencias económicas que tendría para el país.

Y si el Parlamento rechaza también esta opción, el jueves debería haber un tercer voto sobre la posibilidad de pedir a la UE un aplazamiento de la fecha del Brexit.

Riesgo de elecciones anticipadas

'Votamos a favor de salir de la UE, así que debemos salir de la UE, somos una democracia', decía indignada Suzanne Nicholson, de 65 años, una profesora retirada que se manifestaba junto a un centenar de personas frente al Parlamento de Westminster.

El Brexit 'es una muy mala idea', decía por el contrario otra manifestante, Pat Gillies, también de 65 años y jubilada, poniendo de manifiesto la división que reina en el país.

Según Charles Walker, una importante figura del partido de May, una derrota en la votación del martes llevaría rápidamente a elecciones legislativas anticipadas.

'Si no tiene éxito esta noche, tan seguro como que la noche sigue al día, habrá elecciones generales en cuestión de días o semanas', dijo a la radio BBC4, asegurando que 'la situación actual en el Parlamento no es sostenible'.

Un aplazamiento podría desembocar también en la organización de un segundo referéndum, tras el de junio de 2016 que se saldó con 52% a favor del Brexit e inició todo este proceso.

Esta opción choca con el rechazo frontal del gobierno pero tiene cada vez más adeptos entre los diputados británicos que querrían anular el Brexit simple y llanamente.

Juncker advirtió el lunes: 'Es este acuerdo o el Brexit podría no tener lugar'. El primer ministro holandés, Mark Rutte, agregó en Twitter: 'no hay alternativa'.