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La justicia boliviana investiga por negligencia el caso de un niño que al nacer fue declarado muerto por lo médicos del hospital y luego sus padres descubrieron que estaba vivo, explicaron este martes directivos de un hospital público de la ciudad de Santa Cruz (este), donde el bebé nació.

Según el reporte médico, el neonato nació muerto el viernes pasado tras 27 semanas de gestación. Sin embargo, cuando iban a introducirlo en un ataúd, sus padres constataron que respiraba y estaba con vida.

La justicia cree que hubo negligencia médica e inició una investigación con el rótulo de 'lesiones graves y gravísimas'.

'El bebé nació sin signos vitales, es decir, muerto. Los neonatólogos son muy cuidadosos y declararon óbito fetal; a la hora lo revisaron y seguía en óbito; a las dos horas volvieron a revisarlo y seguía en óbito; entonces, era un óbito', declaró el médico Federico Urquizu, director de la maternidad, al diario El Deber.

'Lo único que podemos decir a la población es que esto es un milagro', justificó Urquizu, mientras las autoridades judiciales iniciaron las investigaciones.

Según la explicación de Urquizu, 'sucede que existen casos de óbitos fetales temporales con fetos inmaduros. Ocurre que estímulos externos activan los centros respiratorios que hay en el sistema nervioso central y la persona vuelve a la vida'.

Una junta médica del mismo hospital llegó a la conclusión de que el bebé nació muerto y que tras dos horas volvió a la vida. Actualmente está en cuidados intensivos en el mismo nosocomio.