Al menos 15 personas murieron en el ataque en curso llevado a cabo por un comando de islamistas shabab en Nairobi, informaron este miércoles fuentes policiales, mientras seguían escuchándose disparos en el segundo día de asedio policial al complejo hotelero y de oficinas blanco de los asaltantes.
'Creemos que dos o tres asaltantes se encuentran todavía en lugares específicos', declaró a la AFP la mañana del miércoles un policía que se encontraba en el lugar de los hechos, bajo condición de anonimato.
Esta fuente estableció un balance provisional de al menos 15 muertos en el ataque, incluidos extranjeros. Un balance confirmado por una segunda fuente policial en el lugar, que recordó que las fuerzas de seguridad aún no habían podido acceder a ciertas zonas del complejo, en el que hay un hotel, restaurantes y edificios de oficinas.
Esta segunda fuente indicó que los asaltantes se habían atrincherado en un piso alto de uno de los edificios del complejo, y temía que un número no especificado de personas se encuentre todavía en ese piso.
Algunos rescatados contaron a la policía que varias personas habían intentado refugiarse en lo alto del edificio para huir del ataque, que comenzó el martes hacia las 15H00 (12H00 GMT).
El miércoles al amanecer se escuchaban detonaciones y disparos, más de 20 horas después del inicio del ataque.
Las fuerzas de seguridad se mantuvieron activas durante toda la noche. A las 3H30, un grupo de al menos 20 personas logró quedar en libertad, constató una periodista de la AFP.
Este 'ataque coordinado', según los términos del jefe de la policía keniana, Joseph Boinnet, comenzó con una fuerte explosión que se escuchó a más de 5 km a la redonda, seguida de numerosos disparos.
El ataque fue rápidamente reivindicado por los islamistas radicales somalíes shabab. El dispositivo utilizado en el ataque se parece al de otros atentados perpetrados por los shabab en Mogadiscio: una bomba explota (mediante un kamikaze o un coche bomba) y luego un comando penetra en el edificio para matar el máximo de personas.
Un fotógrafo de la AFP vio los cadáveres de cinco personas en la terraza de un restaurante del complejo. No muy lejos, el fotógrafo también vio el cuerpo de un kamikaze que se había hecho estallar.
Entre los fallecidos se encuentra un ciudadano estadounidense, dijo un funcionario del Departamento de Estado.