Estados Unidos dejó a un lado ayer sus profundas fisuras políticas para dar un solemne adiós al expresidente George H. W. Bush, cuyas exequias mostraron un raro momento de unidad en medio del clima de confrontación del gobierno de Donald Trump.
El 41º presidente estadounidense, fallecido el pasado viernes a los 94 años, fue despedido como un patriota que puso siempre primero el interés general, en una emotiva ceremonia en la Catedral Nacional en Washington en presencia de Trump y de todos los exmandatarios estadounidenses vivos.
'Para nosotros, el suyo era el más brillante de mil puntos de luz', dijo su hijo y expresidente George W. Bush, en alusión a la famosa frase de su padre sobre la rica diversidad de Estados Unidos.
'Me mostró lo que significa ser un presidente que sirve con integridad, lidera con valentía y actúa con amor en su corazón para los ciudadanos de nuestro país', apuntó, destacando con humor la hiperactividad, la aversión a las verduras y la lealtad a la familia y los amigos que caracterizaba a su padre.
'Cuando se escriban los libros de historia, dirán que George H. W. Bush fue un gran presidente de Estados Unidos'.
Las palabras de Bush sobre su padre fueron seguidas por el también republicano Trump y su esposa Melania, sentados en primera fila en la imponente catedral neogótica junto a los tres expresidentes demócratas: Barack Obama, Bill Clinton y Jimmy Carter, y sus esposas Michelle Obama, la exsecretaria de Estado Hillary Clinton y Rosalynn Carter.
Apretón de manos entre Trump y Obama
Trump y Obama se dieron el primer apretón de manos desde que el primero sucedió al segundo, el 20 de enero de 2017. Pero Trump no saludó a Hillary Clinton, su derrotada rival en 2016. Ambos nunca intercambiaron miradas siquiera.
Altos dignatarios fueron invitados, como el príncipe Carlos de Inglaterra, la canciller alemana Angela Merkel; el rey jordano Abdalá II y la reina Rania; y los expresidentes de Polonia, Lech Walesa, y de México, Carlos Salinas de Gortari. El papa Francisco envió sus 'sinceras condolencias'.
Gesto de Bush (hijo) a Michelle Obama
El expresidente de Estados Unidos, George W. Bush, tuvo ayer, durante el funeral de su padre, un gesto dulce con la ex primera dama Michelle Obama, deslizándole aparentemente un caramelo antes de que comenzara la ceremonia.
El 43º presidente de Estados Unidos también le dio una menta a Michelle Obama durante el funeral del senador John McCain en septiembre.
Michelle Obama contó en una entrevista en el programa Today de la cadena NBC sobre el dulce que Bush le había dado en el funeral de McCain.
'Siempre somos compañeros de asiento debido al protocolo', dijo sobre Bush. 'Así nos sentamos en todos los actos oficiales, por lo que es mi compinche en cada evento importante en que se reúnen todos los ex'.