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El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, expresó el sábado que está 'impactado' por testimonios que recibió de migrantes venezolanos en una gira por Colombia, Perú, Argentina y Ecuador para conocer in situ sobre su situación.

'Escuchamos testimonios muy fuertes que me han impactado muchísimo, de historias de violencia, de persecución y de amenazas', dijo Grandi en rueda de prensa ofrecida en Quito al concluir su periplo por la región.

Un 90% de los migrantes se ha dirigido a naciones de América Latina como Ecuador, adonde aún ingresan al día unos 2.000 venezolanos, cuya comunidad ya establecida llega a 250.000.

El gobierno del presidente Nicolás Maduro niega la crisis migratoria desatada por la hiperinflación y la escasez crónica de alimentos y medicinas. 

El jefe de ACNUR manifestó que en su gira dialogó con muchos venezolanos que 'me hablaron de situaciones muy graves, de hambre, de falta de acceso a medicinas, a tratamientos por enfermedades crónicas, de inseguridad'.

'Todas estas personas fueron obligadas a abandonar su país, transitaron, viajaron en condiciones de extrema vulnerabilidad', añadió.

Grandi afirmó que la 'crisis humanitaria' que golpea a los venezolanos 'no puede ser abordada de manera aislada por un país u otro país, es una situación regional', por lo que 'es fundamental promover una respuesta regional' a desafíos como la falta de documentos de los migrantes.

Ecuador, que otorga refugio a unas 65.000 personas -la mayoría colombianos-, ha concedido unas 90.000 visas a venezolanos y ha recibido 7.000 pedidos de refugio, de los cuales 1.250 están en trámite.

El alto comisionado de la ONU señaló que es fundamental impulsar en la región alternativas para legalizar la estadía de venezolanos con miras a 'reducir los riesgos muy grandes de explotación laboral o sexual y el tráfico de personas'.

Ecuador convocará hacia finales de noviembre a una nueva reunión de gobiernos latinoamericanos para evaluar la crisis migratoria venezolana.

La primera cita técnica de septiembre pasado en Quito, a la que Caracas faltó, reunió a doce países y en su resolución llamaron a Maduro a aceptar ayuda humanitaria.