El papa Francisco llevará un cíngulo ensangrentado del arzobispo Óscar Romero durante la misa de canonización que se llevará a cabo en Roma este domingo 14 de octubre, ceremonia en la que el beato salvadoreño será declarado Santo.
El Cíngulo es el cinturón usado por los sacerdotes y obispos durante las liturgias donde requiere llevar el alba. Esta reliquia de Monseñor Romero es la que llevaba el 24 de marzo de 1980 cuando fue asesinado, dijo el Arzobispado de San Salvador.
También será canonizado al Papa italiano Pablo VI, el pontífice que condenó la píldora anticonceptiva.
La ceremonia será celebrada en la plaza de San Pedro ante miles de personas, religiosos y autoridades de los dos continentes, entre ellos 7.000 salvadoreños que viajaron para la canonización de Romero (1917-1980), asesinado en 1980 por los escuadrones de la muerte mientras oficiaba una misa.
Por décadas acusado de ser 'marxista' y cercano a la Teología de la Liberación, el nuevo santo latinoamericano será venerado en los altares como un ejemplo para los católicos de todo el mundo por su denuncia de las injusticias sociales y la defensa de los derechos humanos.
'Es un regalo de Dios para el pueblo salvadoreño, que está sufriendo por tanto crimen de la violencia social', aseguró a la AFP el hermano, Gaspar Romero, quien viajó a Roma para la ceremonia junto con otros siete familiares.
Los dos nuevos santos son figuras representativas de la iglesia que impulsa el Papa argentino, 'pobre para los pobres', abierta al diálogo, pero también sin etiquetas: ni progresista ni conservadora.
La canonización de Romero en el Vaticano, donde contó con numerosos enemigos, reivindica también la figura de un obispo que fue perseguido, humillado y amenazado inclusive por la propia curia romana y que el mismo Juan Pablo II poco escuchaba.
'El camino para llegar a ser santo estuvo lleno de dificultades. No era un revolucionario, pero varios cardenales latinoamericanos hicieron de todo para bloquear el proceso porque lo identificaban con la Teología de la Liberación', explicó en una charla con la prensa el profesor Roberto Morozzo Della Rocca, autor de una extensa biografía sobre el obispo salvadoreño.
La canonización de Pablo VI, pontífice de 1963 a 1978, figura histórica del Concilio Vaticano II, que modernizó a la iglesia y mejoró la mala relación con el judaísmo, premia a un pontífice que pasó a la historia por irritar a los conservadores y a los liberales.
Con sus reformas molestó a los conservadores y luego a los liberales por haber firmado en 1968 la controvertida encíclica Humane Vitae (De la vida humana), que incluyó la prohibición de la píldora anticonceptiva, una decisión que alejó a numerosos creyentes.
Será el tercer Papa que Francisco convierte en santo después de Juan XXIII (1958-1963) y Juan Pablo II (1978-2005).
Récord de santos
'Los dos nuevos santos son figuras que representan el diálogo y el compromiso por los demás y por un mundo más justo', comentó a la AFP monseñor Vincenzo Paglia, postulador de la causa de canonización de Romero.
Beatificado en mayo del 2015, el asesinato de Romero el 24 de marzo de 1980 por un comando de extrema derecha marcó el comienzo de una dolorosa guerra civil en su país que duró hasta 1992 y dejó 75.000 muertos y al menos 7.000 desaparecidos.
Aunque no perteneció a la corriente de la Teología de la Liberación, reprimida especialmente durante el pontificado de Juan Pablo II, Romero fue un defensor de los pobres, denunció las persecuciones en su país, en particular de los campesinos expulsados de sus tierras.
El Papa argentino, conservador en cuanto a los dogmas pero comprometido con las cuestiones de justicia social, en muchas ocasiones ha reconocido que se identifica con la figura de Romero.
'Comparten una visión patriótica positiva', sostiene Morozzo.
El segundo milagro atribuido a Pablo VI, el primer Papa viajero y el primero en pisar Tierra Santa, cuyo nombre era Giovanni Battista Montini, nacido en 1897, es la salvación de una niña nacida muy prematuramente en 2014 a pesar de que los médicos habían aconsejado un aborto terapéutico.
Un milagro que reafirma la condena del aborto por parte de la Iglesia, tema al orden del día después de que el Papa argentino volviera a arremeter esta semana en contra tildando a los médicos que lo aplican de 'sicarios'.
Junto a ellos serán elevados a los altares los curas italianos Francesco Spinelli y Vincenzo Romano, las religiosas alemana Maria Caterina Kasper y española Nazaria Ignacia March Mesa y el laico Nunzio Sulprizio.
Para llegar a ser santo hay que haber realizado dos milagros, uno para la beatificación (salvo que sea mártir como ocurre para Romero) y otro para la canonización.
El milagro atribuido a Romero es la curación inexplicable de la señora Cecilia Maribel Flores, que sufrió síndrome de Hellp mientras estaba embarazada. El domingo asistirá junto con su familia a la ceremonia en el Vaticano.
Francisco ha canonizado hasta ahora 892 personas, incluyendo los siete del domingo, marcando un récord al ser el pontífice que más ha proclamado santos en toda la historia.