El ultraderechista Jair Bolsonaro sufrió ayer turbulencias en su favorable camino hacia las presidenciales de Brasil, con los mercados reprochándole sus cambios de opinión y recientes actos de violencia que polarizaron aún más al país.
Ante las cámaras de la cadena Bandeirantes, Bolsonaro adelantó que descartaba privatizar Eletrobras y dejó en el aire la reforma del sistema de pensiones, considerada esencial por los mercados.
El candidato del Partido Social Liberal (PSL) advirtió, además, que no estaría dispuesto a dejar sectores en manos de capitales chinos, cuyas inversiones aumentaron considerablemente en los últimos años.
'Vamos a privatizar para capitales de cualquier lugar del mundo? China no está comprando en Brasil, China está comprando Brasil. ¿Vamos a dejar nuestra energía en manos chinas?', declaró Bolsonaro, desatando el desplome de las acciones de Eletrobras. Ayer, además, el Ministerio Público Federal abrió una investigación contra su asesor económico, el neoliberal Paulo Guedes, por sospechas de fraude con fondos de pensión de empresas estatales.
Durante la jornada iban ganando fuerza las denuncias de actos de violencia entre simpatizantes. La polarización subió de nivel el domingo con el asesinato de un famoso maestro de capoeira, quien al parecer fue acuchillado tras haber hecho público su voto por el izquierdista.