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El huracán Florence, que se abatió ayer con fuerza sobre la costa atlántica de Estados Unidos, está causando inundaciones espectaculares y dejando a cientos atrapados, y supondrá una 'amenaza importante' por al menos otro día, según las autoridades.

'Las marejadas y las ráfagas de viento continúan con inundaciones catastróficas esperadas en partes de Carolina del Norte y del Sur', dijo el Centro Nacional de Huracanes (NHC).

Pese a haberse degradado a categoría 1 en la escala de cinco de Saffir-Simpson, que mide la intensidad de los vientos, Florence sigue siendo muy peligroso, dijo el NHC.

Según los pronósticos, Florence se moverá lentamente, arrojando copiosas cantidades de lluvia sobre Carolina del Norte y del Sur, de hasta un metro en algunos lugares.

'La tormenta está causando estragos', dijo el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, al señalar que medio millón de personas están sin electricidad en el estado, que tiene una población de 10 millones, y que el nivel de los ríos 'se elevará durante días'.

'Será lo que Dios quiera'

En Wilmington, cerca de donde tocó tierra el huracán, varias detonaciones se sintieron en la mañana, posiblemente por la explosión de transformadores eléctricos. La fuerza del viento rompió ventanas y arrancó árboles de raíz y muchas calles permanecían bloqueadas por troncos y ramas.

'Escuchamos muchas cosas que se rompían, los árboles temblaban', contó a AFP Shane Wilson. 'Pero yo no estaba demasiado preocupado. Será lo que Dios quiera'.

Mason Tarr dijo que pasó la noche en la casa de un amigo pero no durmió bien. 'Y es solo un huracán de categoría 1', dijo Tarr. 'Me pregunto cómo hubiera sido con uno de categoría 4 o 5'.

Más de 100 km al sur, el famoso balneario de Myrtle Beach en Carolina del Sur era un pueblo fantasma. La fuerza del huracán comenzó a sentirse claramente al mediodía, cuando una cortina de lluvia cayó sobre el océano acompañada de rayos.

Muere una mujer y su bebé

El huracán Florence dejó sus dos primeras víctimas mortales a su paso por la costa este de Estados Unidos, una madre y su bebé, anunció ayer la policía de Wilmington, en Carolina del Norte.

'Una mujer y su bebé murieron cuando un árbol cayó sobre su casa. El padre quedó herido'y está hospitalizado, escribió la policía en su cuenta de Twitter.

Una portavoz del condado de Pender, también en Carolina del Norte, dijo que otra mujer murió por un problema de salud no especificado, después de que llamara a los servicios de emergencia pero éstos no pudieran asistirla debido a que tres árboles caídos bloqueaban el camino.

Según medios locales, la mujer había sufrido un ataque cardíaco.

En un momento en que los rescatistas luchaban por rescatar a las personas atrapadas en sus hogares, en medio de los fuertes vientos y las aguas llenas de escombros, las autoridades informaron de las primeras víctimas.

'La tormenta está causando estragos', dijo el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, al señalar que medio millón de personas están sin electricidad en el estado, que tiene una población de 10 millones, y que el nivel de los ríos 'se elevará durante días'.