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Cientos de civiles sirios huían de la provincia de Idlib por temor a una ofensiva del régimen, la víspera de una reunión crucial en Irán para decidir el destino de este último gran bastión yihadista y rebelde en Siria.

Transportando colchones, bidones de agua y enseres domésticos, estibados a último momento en autos o camionetas pequeñas, algunas familias de desplazados llegaron este jueves al norte de la provincia de Idlib, cerca de la frontera con Turquía, constató un colaborador de la AFP.

Entretanto fuerzas del régimen de Bashar Al Asad bombardearon de nuevo con artillería el sureste de la provincia, un sector del que huyen los habitantes desde el miércoles por la noche, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).

Un civil resultó muerto y otros seis heridos en la jornada por los disparos de artillería de las fuerzas del régimen, en tanto un centro de Cascos Blancos, socorristas en zonas rebeldes, quedó inutilizado por disparos de cohetes y un ataque aéreo ruso, según el OSDH y el director del centro, contactado por la AFP.