Macri adoptará nuevos impuestos a las exportaciones y reducirá el tamaño del Estado, en pos del equilibrio fiscal con el que busca enfrentar una crisis económica, mientras renegocia con el Fondo Monetario Internacional (FMI las condiciones de un programa de ayuda de 50.000 millones de dólares.
'Tenemos que hacer todos los esfuerzos por equilibrar las cuentas del Estado', dijo el presidente Mauricio Macri en una alocución en la que pidió a los argentinos enfrentar juntos las dificultades.
Pero los anuncios no parecen calmar a los mercados. A poco más de una hora del cierre, el peso perdía 4,16% y cotizaba a 39,63 por dólar.
El ministro de Economía Nicolás Dujovne explicó que se deja atrás la meta de déficit fiscal de 1,3% para 2019 para comprometerse con el equilibrio a partir de ese año.
'En 2019 queremos llegar al equilibrio fiscal primario. Bajando el déficit bajamos nuestra necesidad de emitir deuda', dijo en una rueda de prensa.
El ahorro fiscal del año próximo será de unos 6.000 millones de dólares, calculó. La meta de déficit fiscal en 2018 es de 2,7% del PIB.
Durante el día de hoy, Dujovne expondrá a la directora del FMI, Christine Lagarde, los detalles del nuevo compromiso que Argentina asume a cambio de acelerar los desembolsos previsto para 2019 y 2020. Desde junio ya recibió 15.000 millones de dólares y la semana pasada otros 3.000 millones.
El gobierno apuntó al desfavorable entorno internacional como una de las causas de la crisis, en particular la situación en Turquía y en Brasil y la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Más impuestos y menos ministerios
Entre las nuevas medidas, se decidió aplicar nuevos impuestos a las exportaciones y se redujo la cantidad de ministerios de 22 a 10.
Esas medidas 'aceleran la austeridad, pero se quedan cortas en cuanto a las expectativas generadas', estimó un análisis de Capital Economics.
En su discurso, Macri, siempre reacio a aumentar los tributos a la producción, dijo que 'sabemos que es un impuesto malo, malísimo, pero les tengo que pedir que entiendan que es una emergencia'.
'Todos nos desesperamos'
Las medidas no dejaron a todos conformes. 'La reducción de ministerios me parece una mascarada. El costo de la política nunca lo tocan y la gente ya no se aguanta más ajuste', dijo a la AFP Tamara Soto Díaz, una abogada de 51 años en la zona financiera de Buenos Aires.
'Los que apoyan (a Macri) también están dudando, da la sensación de que el gobierno no sabe bien qué hacer y eso es lo peor que le puede pasar, porque pierde legitimidad frente a la gente y todos nos desesperamos', añadió.
Mientras esperaba para pagar una factura de electricidad de 4.600 pesos, Angela Tognelli, una empleada de 48 años se queja. 'La anterior fue de 1.600 y la pague con dolor. Yo no soporto otro ajuste y dicen que el gas subirá 100%, los remedios, el transporte... Yo no veo una salida buena a todo esto'.
En cambio Alberto Guerra, un comerciante de 60 años todavía confía. 'Yo lo voté. Hay que esperar. El dólar sube, pero eso cambia en un minuto, no se puede empujar a un gobierno por lo que dicen las pizarras', afirma.
'Superar la crisis'
Macri prometió mantener y mejorares programas de asistencia social. 'Sabemos que con esta devaluación la pobreza va a aumentar', admitió.
La pobreza en Argentina afecta a un tercio de la población de 40 millones de personas, refirió el mandatario.
En las últimas semanas, también se disparó la proyección de inflación, a casi 40% en 2018, y se prevé una caída del Producto Interno Bruto de al menos 1%.
Desde que asumió en diciembre de 2015 el gobierno de centroderecha de Macri impulsó un drástico ajuste, pero también benefició con una rebaja impositiva a las millonarias exportaciones agrícolas.
'Esta crisis no es una más, tiene que ser la última. Tenemos todo para salir adelante', enfatizó Macri.