Compartir:

'¡Qué sea ley!', como un grito de guerra centenares de mujeres siguieron repitiendo la consigna esperanzada, cuando entrada la madrugada del jueves el Senado argentino sentenció el fin del proyecto de legalización del aborto.

Decenas de miles de manifestantes se habían ido empujadas por el frío y una lluvia, por momentos torrencial, y la cada vez mayor certeza de que el resultado sería adverso.

Cerca de las 3 de la madrugada, cuando finalmente se hizo realidad el rechazo al proyecto, estalló la furia del lado verde, el que identifica la lucha por la legalización del aborto.

Del otro lado de la plaza del Congreso, separados por varias filas de vallas y policías, los celestes 'Pro-vida', como se autodenominan los que rechazan la legalización, festejaban con algarabía y fuegos artificiales.

'Esto recién empieza, no podrán detener la marea feminista que vino a cambiar Argentina. Más temprano que tarde será ley', escribió en la red social Twitter apenas terminada la sesión en el Senado, la diputada Victoria Donda, una de las impulsoras del proyecto en el Parlamento.

A 700 metros del recinto, una pantalla gigante transmitía el debate en directo. 'Fuera macho, fuera macho', gritaban cuando hablaba un senador contrario a la legalización del aborto.

- La calle ganada -