Para el presidente Daniel Ortega, Nicaragua recuperó la paz tras derrotar al 'terrorismo', al que responsabilizó de las protestas antigubernamentales que han sacudido al país desde abril y dejado más de 300 muertos.
Sus opositores, en tanto, denuncian un aumento de las amenazas, capturas y desapariciones en el marco de una persecución contra los participantes en las manifestaciones.
En una ceremonia en Managua con motivo del 39 aniversario de la fuerza aérea del Ejército, Ortega reafirmó su mensaje de que la economía comenzó a recuperarse luego de que las fuerzas del orden retomaron el control, dos semanas atrás, de la ciudad de Masaya, último feudo en manos de los manifestantes.
Pese a que se realizan marchas y protestas a diario, ya no afectan la actividad y no se han generado nuevos enfrentamientos.
'Cuánto nos honra conmemorar este aniversario en paz, algo que parecía difícil hace unas cuantas semanas', declaró Ortega en un extenso discurso en Managua.
'El país estaba sumido en el terror. Prácticas terroristas que no se conocían en nuestro país (...) Secuestrar ciudadanos, secuestrar policías, secuestrar mujeres, jóvenes, torturarlos', declaró el mandatario.
Desde la toma de Masaya, Ortega ha insistido en presentar a las fuerzas del orden, trabajadores públicos y simpatizantes del gobernante Frente Sandinista como víctimas de los manifestantes.
Grupos de derechos humanos dentro y fuera de Nicaragua han acusado al gobierno de Ortega de reprimir con violencia las protestas iniciadas el 18 de abril contra una reforma al sistema de seguridad social, pero que se propagó tras la muerte de estudiantes a manos de la policía.
Al menos 300 personas han muerto en las protestas y la represión, según grupos de derechos humanos, aunque Ortega asegura que son 195.
Más persecución
Mientras Ortega proclamaba la paz, la oposición denunciaba un aumento de la persecución contra los participantes en las protestas.
'Básicamente hay amenazas, capturas, desapariciones, saqueos y quemas de casas de opositores', declaró a la AFP el exdiputado José Pallais, dirigente del opositor Frente Amplio por la Democracia (FAD).
La intención del gobierno es 'extinguir todas las voces críticas, hacerlos desaparecer', señaló Pallais, quien dijo que varios opositores han sido capturados, las casas de al menos tres fueron saqueadas y dos fueron quemadas.
Unas 1.900 personas fueron detenidas en el marco de la represión contra las protestas, de las cuales 488 siguen presas y 98 fueron criminalizadas, apuntó un informe del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
Los capturados son acusados de 'terrorismo' y otros delitos en base a una ley aprobada el 16 de julio que penaliza hasta con 20 años de prisión 'la alteración del orden constitucional', denunció la organización.
Por su lado, la Fiscalía anunció el lunes que investiga a 10 opositores por apoyar las protestas, entre ellos a los líderes estudiantiles Lesther Alemán, Víctor Cuadra y el opositor Jorge Solís, miembros de la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia que participa en un diálogo con el gobierno.
Entre tanto, centenares de trabajadores de la salud protestaron en Managua por el despido de decenas de sus colegas de hospitales públicos por haber atendido a manifestantes heridos.
Acción internacional
El Alto Comisionado de la ONU para Refugiados (Acnur) pidió este martes solidaridad internacional con Costa Rica y otros países que acogen a nicaragüenses que abandonan su país por la persecución y la inestabilidad.
El organismo advirtió en un comunicado que 'miles huyen de las crecientes tensiones políticas, violencia y serias violaciones de derechos humanos en' Nicaragua.
En tanto, la OEA debatirá el jueves en Washington la creación de una comisión especial para buscar soluciones 'pacíficas y sostebibles' a la turbulencia que vive Nicaragua, una iniciativa impulsada por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Estados Unidos, México y Perú.
'La Comisión Especial para Nicaragua coadyuvará el proceso de diálogo nacional, incluyendo medidas de apoyo, acompañamiento y verificación en coordinación con los esfuerzos en curso de la Organización y otros actores regionales e internacionales', señala el texto publicado en el sitio web de la OEA.