Un nuevo capítulo de la controversia sobre el papel de Rusia en Estados Unidos se desarrolla en Washington, con la presentación ante una corte de una joven rusa acusada de buscar infiltrarse en el aparato político estadounidense.
María Butina, de 29 años, fue detenida el fin de semana y es acusada de actuar como 'agente no declarado de un gobierno extranjero' y de 'conspirar' para infiltrarse en organizaciones políticas estadounidenses 'para promover los intereses de la Federación Rusa', de acuerdo con la denuncia presentada por el Departamento de Justicia.
La activistas por los derechos de las armas utilizó el sexo y el engaño para influir en sus conexiones, según revelaron los fiscales federales a cargo de la investigación. La misma fuente agregó que la recién graduada en un máster de Servicios Internacionales en la Universidad Americana de Washington probablemente estuvo en contacto con agentes de inteligencia del Kremlin cuando pisaba suelo americano.
Los investigadores constataron que el romance era solo un trámite dentro de la supuesta operación de Butina, quien en intercambios de mensajes con otros sujetos había hablado su desidia por tener que vivir con esa persona, contexto en el que la imputada llegó a ofrecer los citados servicios sexuales a otro individuo a cambio de un puesto en una organización con influencia. De este documento también se extrae que la acusada comenzó a hablar desde Rusia con este estadounidense en 2013.