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Las autoridades guatemaltecas suspendieron los rescates en San Miguel Los Lotes después de que el volcán de Fuego intensificara su actividad y fuertes lluvias provocaran corrimientos de tierra, con evacuación de los vecinos que el martes insistían en su intento de hallar a sus desaparecidos.

Un deslave provocado por los aguaceros caídos el lunes por la tarde arrastró material volcánico y rocas que cubrieron la carretera que atraviesa la 'zona cero', lo que impidió que brigadas de socorristas regresaran al sitio de la tragedia.

David de León, vocero de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), indicó que este martes fue evacuada la zona del desastre, donde un pequeño grupo de vecinos entró horas antes, a pesar del riesgo de más deslaves por las lluvias. 

Los sobrevivientes del desastre se adentraron por la mañana en el área devastada, pese a las constantes advertencias, con la intención de seguir cavando en su intento de hallar rastros de algún familiar víctima de esta tragedia, en la que murieron 110 personas y 197 continúan desaparecidas

Esas operaciones se registraban nueve días después de que la localidad San Miguel Los Lotes quedara sepultado por el material expulsado por el volcán.

Los vecinos llevaron maquinaria pesada prestada por empresas privadas para remover la arena, que continúa a altas temperaturas, y encontraron los restos de una persona.

El instituto estatal encargado de controlar la actividad del volcán (INSIVUMEH) emitió un informe a las 07H00 local (13H00 GMT) del martes, en el que señalaba de 'descenso de flujos piroclásticos' y una 'cortina de ceniza' de hasta 6.000 metros de altura.

El ente científico advirtió asimismo que la intensa actividad volcánica se puede alargar en la próximas horas y días, por lo que recomienda a la Conred 'tomar las precauciones necesarias y establecer el nivel de alerta que considere necesario'.

El organismo de protección civil enfrenta duras críticas por no haber ordenado abandonar sus casas a los vecinos de la zona, según la versión de algunos sobrevivientes. La fiscalía informó que abrió una investigación penal para determinar si hubo negligencia en la gestión de la tragedia. 

Más tragedias

El policía Donaldo Chután, de 45 años, murió el lunes por la tarde arrastrado por la crecida de un río, provocada por las intensas lluvias caídas en la zona, entre las aldeas de Chuchú, Guadalupe y El Zapote.  

En el vehículo de la Policía Nacional Civil viajaban también tres vecinos y otros dos agentes que realizaban labores de ayuda humanitaria en poblados que quedaron incomunicados por la erupción del volcán. 

La búsqueda de los desaparecidos ha sido intermitente desde el pasado 3 de junio, el día de la catástrofe, por el desprendimiento de material volcánico a causa de una fisura en el cráter del volcán.  

Juan López, vecino de la aldea El Rodeo, en la frontera de la zona devastada, exigió a las autoridades derrumbar una parte de un puente de la ruta nacional 14 que pasa sobre una riera cercana para que los deslaves sigan su cauce sin obstáculos y sin peligro para el pueblo.  

'Por defender eso (puente) se va a perder una aldea completa', protestó López desde las afueras de El Rodeo, donde la Conred evacuó a 18 personas tras el descenso del lahar.

El ministro de Educación, Óscar López, reveló en el Congreso que en la escuela del poblado devastado estaban registrados 173 niños, de los cuales 27 fallecieron y 35 permanecen desaparecidos. 

López agregó que unos 10.448 estudiantes no han regresado a clases debido a que varios centros educativos están habilitados temporalmente para albergar a unas 3.500 personas que abandonaron las zonas de riesgo.

Mientras la incertidumbre sigue en la 'zona cero', este martes dos personas con quemaduras graves fueron trasladadas a un hospital de México, explicó en el aeropuerto de la capital el embajador del país en Guatemala, Luis López.

El Ministerio de Salud señaló que desde que inició la emergencia, doce pacientes han sido llevados a centros especializados en quemaduras en México y Estados Unidos. 

La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) hizo un llamamiento para recaudar dos millones de dólares para financiar proyectos en el país y apoyar a más de 6.000 afectados durante un año.

'La escala completa de este desastre aún no está clara (...) Estaremos con los sobrevivientes todo el tiempo que nos necesiten', aseguró Walter Cotte, director regional para América de la FICR.