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El presidente brasileño, Michel Temer, dio su visto bueno para que el director financiero de Petrobras, Ivan Monteiro, sea el nuevo CEO de la estatal tras la renuncia de Pedro Parente y ratificó que su gobierno no interferirá en la política de precios de la compañía.

'Ivan Monteiro es la garantía de que el rumbo (de la empresa) permanezca inalterado', dijo el mandatario en un breve mensaje ante la prensa en el palacio presidencial en Brasilia, después de reunirse con el directivo.

La empresa ya había nombrado esta tarde a Monteiro como presidente interino y su nombre debe ser ratificado ahora por el Consejo de Administración de la empresa. 

La renuncia de Parente, que hundió las acciones de la petrolera cerca de un 15%, se dio después de una masiva huelga de camioneros por los altos precios del diésel que llegó a paralizar el país por más de una semana y de otra huelga de trabajadores petroleros que pidió su renuncia.

El contexto de convulsión social dejó en una situación aún más delicada al debilitado gobierno de Temer, que concedió a los camioneros varios de sus reclamos para que levantaran la huelga, entre ellos la reducción del precio del diésel durante 60 días.

Aunque su gobierno ratificó que el Tesoro -y no Petrobras- asumirá el costo de la reducción, las negociaciones y unas confusas declaraciones del presidente erosionaron la percepción de independencia de la estatal, al reabrir la discusión sobre la política de precios de la empresa, que desde 2016 los ajusta en las refinerías en función de las cotizaciones del mercado internacional. 

'No habrá ninguna interferencia en la política de precios de la compañía', reafirmó Temer.

Esa medida supuso aumentos significativos casi diarios de los combustibles, y acabó por enfurecer a los camioneros.

'Nosotros continuaremos con la política económica que en estos años sacó a la empresa de los daños y la trajo nuevamente al rol de las más respetadas de Brasil y el exterior', dijo el mandatario, agradeciendo la 'extraordinaria dedicación' de Parente para la recuperación de Petrobras.

Temer, que tomó el poder en 2016 tras el impeachment a la izquierdista Dilma Rousseff, dijo estar seguro de que, con Monteiro, Petrobras alcanzará 'excelentes resultados para los accionistas y para todos los brasileños'.

Petrobras aún se recupera del escándalo de corrupción que estalló en 2014 y que lastró sus finanzas. Parente, nombrado por Temer en 2016, impulsó una reducción y reestructuración de la deuda, un programa de desinversiones y cambió la política de precios, medidas celebradas por el mercado.