La primera ministra británica Theresa May y el príncipe Guillermo participarán este martes en la conmemoración del atentado de Mánchester que dejó 22 muertos y decenas de heridos hace exactamente un año.
La ciudad del norte de Inglaterra vio como el 22 de mayo de 2017 Salman Bedi hizo estallar la bomba que llevaba en su mochila a la salida de un concierto de la estrella juvenil Ariana Grande en el pabellón Manchester Arena, repleto sobre todo de adolescentes y niños, causando una matanza.
'Atacar a gente joven e inocente (...) fue un acto de cobardía repugnante', escribió May en un artículo publicado en el Manchester Evening News.
Fue un atentado 'diseñado para golpear justo en el corazón de nuestros valores y modo de vida en una de nuestras ciudades más vibrantes, con el objetivo de romper nuestra determinación y dividirnos. No lo consiguió', añadió la primera ministra.
La catedral de Mánchester será escenario del servicio religioso en recuerdo de las víctimas al que asistirán el príncipe y la primera ministra, y que será retransmitido en pantalla gigante en los jardines del templo, así como en iglesias de otras ciudades británicas.
A las 14H30 (13H30 GMT), habrá un minuto de silencio que se observará en todas las dependencias gubernamentales del país.
Más de 3.000 cantantes de coros locales participarán en un concierto en el centro de la ciudad.
'Somos más fuertes de lo que éramos, estamos más unidos, y hay un espíritu comunitario más palpable, pero por dentro las cicatrices son muy reales, y muy profundas', dijo a BBC Radio el alcalde de la ciudad, el laborista Andy Burnham.
Grande, que acababa de concluir su concierto cuando estalló la bomba fuera, mandó un mensaje de apoyo.
'Os envío toda la luz y afecto que puedo ofrecer en este día difícil', escribió.
El atentado fue uno de los cinco que sufrió el Reino Unido en 2017. El resto fueron en Londres.