La dominicana detenida el domingo en España cuando transportaba en su automóvil el cadáver del hijo de su pareja, confesó este martes haberlo matado, indicó la Guardia Civil en un caso que tiene conmocionado al país.
Ana Julia Quezada, de 43 años, 'ha confesado ser la autora material de la muerte de la víctima', de ocho años declaró a la AFP un portavoz de la Guardia Civil en Almería (sureste), sin más precisiones.
La mujer fue detenida 12 días después de que el pequeño Gabriel Cruz desapareciera en el pueblo de Hortichuelas, en la provincia de Almería.
La búsqueda, en la que participaron cientos de voluntarios, y la angustia de sus padres, Ángel Cruz y Patricia Ramírez, conmocionaron a toda España.
Este martes se celebraron los funerales del niño en la catedral de Almería. Frente a ella se congregaron cientos de personas al grito de 'Todos somos Gabriel', para despedirlo en su ataúd blanco.
'Nos habéis llevado en volandas a buscar a nuestro hijo, nos habéis llevado en brazos, nos habéis tenido fuertes buscando a Gabriel', declaró su padre a modo de agradecimiento.
La noticia de la detención de Ana Julia Quezada y la muerte del niño han suscitado violentas reacciones.
En unos videos de aficionados publicados el lunes podía verse a la sospechosa del crimen saliendo de un edificio acompañada de guardias civiles y bajo los insultos de la gente. En un momento dado, los agentes tuvieron que echar atrás a unos espontáneos que querían agredirla.
Algunos incluso piden que se restablezca la pena de muerte, y en sólo dos días, más de 330.000 personas han firmado una petición para que purgue su pena en la República Dominicana, lejos del 'confort' de las cárceles españolas.
Otra petición que exige para ella la cadena perpetua recabó más de 270.000 firmas.
El canal dominicano CDN entrevistó a su hermana Lucía Quezada, quien dijo que si Ana Julia es culpable deberá pagar 'y que Dios le cobre'. 'Pero si no lo es, también que Dios meta la mano' y la ayude, añadió.
Los investigadores están además indagando en otro suceso que marcó el pasado de la sospechosa. En 1996, una niña a la que cuidaba, y que según la prensa era su hija, murió al caer por la ventana del edificio donde vivía. El caso fue en su momento archivado como un accidente.