Compartir:

¿Cuánto estaría dispuesto a pagar por mantener a su hijo lejos del celular? En Estados Unidos existe una clínica de rehabilitación donde padres desesperados están dispuestos a costear un cupo para sus hijos. El precio de este tratamiento equivale a lo que cuestan 40 iPhones X según un reportaje exhaustivo de BBC.

Se trata de Paradigm, una mansión cercada por jardines y cámaras de seguridad en el punto más alto de una colina, a unos 30 km de San Francisco. Sitio cercano a Silicon Valley, hogar de las más grandes empresas tecnológicas de los últimos años como Google, Facebook, Apple, entre otras.

La clínica acoge a niños y adolescentes, de entre 12 y 18 años, internados por los padres para dejar la adicción por internet, de los cuales solo a ocho son atendidos simultáneamente, en internamientos que duran una media de 45 días, pudiendo llegar hasta los 60 de acuerdo con el nivel de dependencia y elementos asociados como la depresión, la ansiedad y la agresividad.

Podría decirse que la permanencia durante el tratamiento es bastante 'placentera', además de los lujosos salones cuenta con una bañera de hidromasaje con vista a la bahía de San Francisco, lo que sirve de consuelo a los pacientes por no poder manipular dentro de la mansión teléfonos móviles, tabletas ni computadores portátiles, ya que están prohibidos. Sin embargo, el acceso a los últimos, es monitoreado por profesores y psicólogos para lo cual deben apegarse estrictamente a fines educativos y escolares.

Paradigm también ofrece actividades para expacientes y familiares, 'reforzando lazos' y la continuidad del tratamiento.

Por otra parte, Paradigm explica que comportamientos como la ira cuando la señal de internet se interrumpe, mentir o esconder el uso de las redes sociales y el aislamiento y distancia de la familia, son señales de alerta.

'Es muy importante que los padres sean capaces de determinar parámetros. Tal vez cortar el acceso a computadoras, iPads o teléfonos antes de la hora de dormir, o en las comidas o durante la escuela', dice Kovac, que defiende el proceso.

Con horarios programados para levantarse, estudiar, comer y participar en terapias tanto colectivas como individuales, la promesa de la clínica es 'reprogramar' a los jóvenes para que puedan reconstruir su relación con la tecnología y reaproximarse a sus familiares, estudios, amigos y tareas 'offline'.

'Nosotros los desconectamos. Esa es la regla', resume Danielle Kovac, directora de la clínica. Agregando 'Yo diría que es un período de ajuste para los niños. Lo mejor es escuchar a muchos diciendo al final del tratamiento: 'Gracias, al no permitir que siguiese con mi teléfono o en redes sociales en una computadora, fui capaz de concentrarme realmente en mí', expresó para BBC.

La directora afirmó que el internamiento funciona como un botón de 'reset' (o reinicio, reconfiguración) en las mentes de los pacientes.

'Después de desconectarse, ¿van a volver a Facebook, Instagram, Twitter o lo que sea de nuevo? Bueno, probablemente' -dice Kovac- 'pero nuestra expectativa es que se desconecten el tiempo suficiente para que, cuando vuelvan a casa, estén listos para establecer límites para sí mismos, y para sus familias también'.

Con información de Julie Toscano