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El gobierno de Venezuela y un sector de la fracturada oposición se reunían este lunes en República Dominicana, en negociaciones agitadas por la decisión del oficialismo de adelantar las elecciones en las que el presidente Nicolás Maduro buscará la reelección.

Los delegados sostuvieron seis horas de conversaciones, que se reanudarán en la noche tras un receso, informó a la prensa Roberto Rodríguez, portavoz de la presidencia dominicana.

La delegación de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), encabezada por el diputado Julio Borges, acudió a la cita con la ausencia de uno de sus negociadores principales, Luis Florido, en protesta por la reciente decisión de la oficialista Asamblea Constituyente de adelantar los comicios para antes del 30 de abril. La fecha exacta aún no se fija.

La comisión gubernamental es liderada por el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, y su hermana Delcy Rodríguez, presidenta de la Constituyente. 'Hoy puede ser un gran día', declaró el jefe de la delegación oficial en la cancillería dominicana.

La fecha de las presidenciales -que tradicionalmente se han celebrado en diciembre- y las garantías electorales centraban las conversaciones, aunque también se discuten salidas a la crisis socioeconómica del país, que sufre hiperinflación y escasez de comida y medicinas.

'Si el gobierno no cede, no hay acuerdo. Hay un listado de garantías electorales, una es la observación internacional', indicó a AFP el diputado Enrique Márquez, otro de los negociadores de la MUD.

Pero el número dos del chavismo, Diosdado Cabello, vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), advirtió en Caracas que 'no está planteada la capitulación'.

En un comunicado, la MUD anunció que acudía para 'exigir las garantías que permitan unas elecciones justas' y 'protestar por las últimas decisiones del gobierno y el avance de su visión totalitaria'.