El presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski declaraba este jueves ante fiscales por el caso Odebrecht, que casi le costó la destitución, mientras activistas se aprestan a manifestar en Lima contra el indulto al exmandatario Alberto Fujimori.
El fiscal anticorrupción Hamilton Castro, que dirige esta investigación, busca determinar si el mandatario de centro-derecha, o alguna de sus consultoras, se benefició o influyó en concesiones de obras públicas otorgadas a la cuestionada constructora brasileña.
'El presidente Kuczynski se encuentra en una reunión reservada con los fiscales desde las 09h30 de la mañana (14h30 GMT) en Palacio de Gobierno', dijo a la AFP la Secretaría de Prensa presidencial, que estimó que el interrogatorio podría prolongarse durante unas tres horas.
Casi a la misma hora llegó a las oficinas de la fiscalía a declarar la líder opositora Keiko Fujimori, en una investigación sobre financiamiento ilegal de campañas electorales, que también abarca a Odebrecth. La hija de Fujimori, quien se tomó fotos sonriendo con tres funcionarias de la fiscalía antes de empezar el interrogatorio, ha negado toda irregularidad.
Los fiscales investigan los millonarios pagos por asesorías que hizo la compañía brasileña a empresas ligadas Kuczynski mientras era ministro del entonces presidente Alejandro Toledo (2001-2006).
El mandatario había negado todo vínculo con la compañía brasileña hasta que fue desmentido por la propia empresa, que decidió colaborar con la justicia.
Kuczynski se salvó hace una semana de ser destituido por el Congreso por haber mentido sobre sus lazos con Odebrecht, y su interrogatorio y el de Keiko tienen lugar en medio de una nueva tempestad política tras el indulto que concedió al expresidente Fujimori (1999-2000), quien cumplía una condena de 25 años por corrupción y crímenes contra la humanidad.
Muchos peruanos creen que Kuczynski otorgó el indulto para a Fujimori evitar su destitución por el Congreso: la sorpresiva abstención de 10 legisladores fujimoristas, encabezados por Kenji Fujimori, hijo del exmandatario, hizo naufragar la moción de declarar la 'vancancia' del presidente por 'incapacidad moral'.
Fujimori, de 79 años, permanece desde el sábado hospitalizado en una clínica por problemas cardíacos. Alejandro Aguinaga, su médico de cabecera, aseguró este jueves que permanecerá internado 'hasta nuevo aviso para evitar esta suerte de rumores que se lanzan y se crea inestabilidad'.
Aludía así a las sospechas de que el indulto obedeció a un arreglo político y no a razones humanitarias, como adujo Kuczynski, ante el deterioro de la salud del exgobernante.
Indignados
Agrupaciones políticas y sociales marcharán por las calles de Lima en la tarde el jueves para manifestar su indignación bajo el lema el 'indulto es insulto'.
El polémico perdón presidencial ha sido también criticado por organismos internacionales de derechos humanos y la propia ONU.
Los manifestantes se congregarán a partir de las 17H00 locales (22H00 GMT) en la Plaza San Martín, sitio tradicional de mitines políticos de la capital peruana, y marcharán por calles del centro histórico de Lima.
Por su parte abogados de las víctimas y de entidades de derechos humanos preparan su artillería para tratar de conseguir que la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con sede en San José, anule el polémico indulto, que Kuczynski concedió en la víspera de la Navidad.
'La Corte sí puede disponer de la anulación de disposiciones normativas o jurisprudenciales internas' de Perú, dijo Carlos Rivera, abogado de las víctimas, quien recordó que el propio tribunal interamericano 'ha dispuesto que se investigue, juzgue y sancione a todos los involucrados' en las dos matanzas perpetradas por escuadrones de la muerte bajo el gobierno de Fujimori y que motivaron su condena a prisión.
Las reacciones desfavorables al indulto también repercutieron en el gobierno, que el miércoles sufrió la primera baja de su gabinete con la renuncia del popular ministro de Cultura, Salvador del Solar.
También dimitió el presidente ejecutivo de las emisoras de radio y televisión públicas, Hugo Coya, además de varios otros funcionarios del Ministerio de Justicia. Tres legisladores abandonaron al partido de gobierno.
Algunos familiares de las víctimas lamentaron haber votado por Kuckzynski, quien en 2016 derrotó a Keiko Fujimori al capitalizar el voto antifujimorista.
'Es la segunda vez que confié en un presidente y que me ha fallado', dijo con pesar a la AFP Rosa Rojas, comerciante de 52 años, quien perdió a su marido y a su hijo de 8 años en la matanza de Barrios Altos, perpetrada en Lima por un escuadrón militar antiterrorista el 3 de noviembre de 1991 y una de las causas por las se condenó a Fujimori.