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El 15 de noviembre de 2017, el capitán del submarino argentino ARA San Juan, Pedro Martín Fernández, reportó un problema eléctrico, al igual que su última ubicación: 432 kilómetros de las costas argentinas. Desde entonces se encuentra desaparecida la nave con 44 tripulantes a bordo, 43 hombres y una mujer. El 23 de noviembre, el portavoz de la armada argentina reportó que ocho días atrás se detectó 'un evento anómalo singular, corto, violento y no nuclear consistente con una explosión' en la zona en donde, se supone, desapareció el submarino. Con la ayuda de equipo y naves especializadas de varios países, la armada de aquel país continúa la búsqueda.

No es muy común que se extravíe un sumergible y, siempre que sucede, es noticia de primera plana. En la historia de estas naves, a partir del primero diseñado por Isaac Peral en España en 1890, han sido ya varias las desapariciones sui generis.

EL ENIGMA DEL ‘B-5’

En plena guerra civil española desapareció en las costas de Málaga, sin dejar rastros, el submarino ‘B-5’. Era una nave de la Armada republicana. No desapareció en las refriegas de combate alguno y son muchos los misterios que rodean el hecho. Las versiones más barajadas son dos. Una dice que un hidroavión Dornier de los sublevados avistó al submarino que navegaba en superficie y lo atacó. El submarino se sumergió y más nunca se supo de él. La segunda versión, según expertos la más creíble, fue que su capitán, partidario acérrimo de la República, hundió el sumergible para que no pudiera ser utilizado en contra del gobierno de Madrid por los sublevados de Francisco Franco. Hoy día siguen siendo un enigma las razones de la desaparición del ‘B5’.

LOS SUBMARINOS NUCLEARES

Por el tipo de combustible que cargan, la desaparición de estos submarinos tienen un aspecto que los vuelven más noticia. Son ocho los sumergibles nucleares que descansan en el fondo del océano: 2 de EEUU, 4 de la Unión Soviética y 2 de Rusia. Algunos de ellos:

El Thresher (SSN 593): A finales de 1963 zarpó el Thresher con fines de prueba después de una reparación de rutina. Lentamente el submarino fue tomando profundidad hasta que alcanzó los 400 metros, lugar en donde se perdió contacto con la tripulación. Se supo que pudo haber sido una falla que ocasionó un paro eléctrico, y la nave se precipitó al fondo del mar. Fallecieron 129 personas.

El Scorpion (SSN 589): Partió de Virginia a finales de 1967 hacia Europa del sur. Durante el trayecto el sumergible tuvo fallas de refrigeración y un incendio de origen eléctrico. Llevaba una misión de observación de las actividades navales soviéticas en el Mediterráneo. Luego de hacer escala en Rota, España, continuó con el rumbo establecido y, tras un intento de contacto con Rota, el Scorpion desapareció hundiéndose el 22 de mayo de 1967. Junto con la nave se encuentran 99 cadáveres de su tripulación. Algunos entendidos aseguran que el hostigamiento de un submarino soviético pudo haber ocasionado el hundimiento del Scorpion.

El K-27: En 1968, en viaje de rutina, el submarino tuvo una inesperada baja de potencia que no pudo ser superada por la tripulación. Se alcanzó a cerrar el reactor, pero el daño era irreparable. Hubo fuga radiactiva que fue la causa de la muerte de 9 de los tripulantes. Por ser muy costosa la reparación del K-27, la armada soviética decidió hundirlo en el Mar de Kara y allí descansan sus restos.

LOS K

El K-8: En 1970, en el golfo de Vizcaya, este submarino sufrió un incendio a 120 metros de profundidad. Se recibió la orden de evacuación total, pero un buque llegó en su rescate y en el proceso de ser remolcado se hundió definitivamente llevándose la vida de 52 tripulantes y 24 torpedos nucleares. El K-219: Perteneciente a la Flota Soviética del Pacífico, este submarino desapareció el 8 de marzo de 1968. Fue buscado en toda la costa soviética del Pacífico, desde Kamchatka hasta Vladivostok sin resultado alguno. Este despliegue militar soviético levantó sospechas en los EEUU y acertadamente pensaron que se había hundido un submarino. Con la ayuda del sistema SOSUS, y en completo hermetismo, los norteamericanos localizaron el K-219, el cual fue levantado en parte del fondo del mar. El K-141 Kursk: El más conocido de los hundimientos de submarinos por ser uno de los más recientes. Formaba parte de las primeras maniobras rusas después de 10 años de inactividad. Sucedió el 12 de agosto de 2000 en el mar de Barents, muriendo los 118 tripulantes.

SIN NOVEDAD

Colombia consta de una flotilla de 4 submarinos: el ARC Pijao (1975), el ARC Tayrona (1975), el ARC Intrépido (2015) y el Indomable (2015). Todos de fabricación alemana. Son utilizados para la defensa nacional, la protección de los objetivos económicos y en contra de las rutas del narcotráfico. Hasta ahora no hay hechos que lamentar con estos sumergibles nacionales.