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Mama, de 59 años, era la chimpancé más longeva de un popular matriarcado de primates en el Zoológico Royal Burgers en Arnhem, Países Bajos.

Debido a que el animal se negaba a comer y a beber durante varios días empezó a padecer de debilidad continua.  

Justo en ese momento de sufrimiento fue donde se percató de uno de los ingresos de Van Hooff al recinto donde se encontraba recostada, aceptándole así  un fruto y agradeciendo con varios gestos de cariño.