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La fiscalía de la Audiencia Nacional española solicitó este lunes prisión incondicional preventiva para el jefe de la policía catalana, Josep Lluís Trapero, por sedición, informaron fuentes judiciales.

La jueza anunciará este lunes por la tarde si Trapero va a la cárcel a la espera de juicio, aunque antes rechazó una demanda similar para una subalterna del comandante, por unos hechos ocurridos el 20 de septiembre en Barcelona, cuando cientos de manifestantes se concentraron ante un edificio del gobierno catalán en el que la policía española efectuaba registros, dañando sus vehículos y dificultando su salida.

La justicia sospecha que los Mossos d'Esquadra, la policía catalana, se inhibieron ante el hostigamiento a la policía española.

La petición de la fiscalía se podría basar en la presunción de que Trapero puede eventualmente seguir delinquiendo, porque el proceso independentista catalán sigue su curso.

De hecho, la causa de Trapero se extendió hasta el 1 de octubre, fecha del referéndum inconstitucional de independencia, en que la policía española cargó contra votantes en varios colegios electorales, cuando eran los Mossos quienes tenían inicialmente que impedir la votación.

Además de Trapero, comparecían este lunes en la máxima instancia penal española dos líderes independentistas, Jordi Cuixart, presidente de la asociación Omnium Cultural, y Jordi Sánchez, de la Asamblea Nacional de Cataluña, además de la policía Teresa Laplana, que quedó en libertad condicional y tendrá que presentarse cada 15 días en comisaría.

Sánchez y Cuixart convocaron a los manifestantes ante la sede de la consejería catalana de Economía y se dirigieron a ellos subidos en uno de los vehículos de la policía.

El delito de sedición puede ser penalizado hasta con 15 años de cárcel.