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Un tribunal turco condenó este miércoles a cadena perpetua a 40 personas por intentar asesinar al presidente Recep Tayyip Erdogan durente el golpe de Estado fallido del año pasado.

Un total de 47 personas, incluyendo el predicador Fethullah Gülen, designado por Ankara como el cerebro del golpe, así como el ex edecán de Erdogan fueron juzgados en Mugla (suroeste) en un juicio bajo altas medidas de seguridad.

El tribunal condenó a 40 de los acusados a cadena perpetua, indicó la agencia de prensa Dogan. Entre ellos al exgeneral de brigada Gökhan Sönmezates, considerado como líder de los golpistas que tenían la misión de 'capturar o matar' a Erdogan.

Ali Yazici, que fue edecán del presidente turco, fue condenado por su parte a 18 años de prisión, según Dogan, y otro militar a 15 años de prisión.

Además el tribunal absolvió a un antiguo militar y dejó para otro juicio separado los casos de cuatro acusados, entre ellos el predicador Gülen, exiliado en Estados Unidos y que niega cualquier implicación en la intentona.

El del miércoles fue el juicio abierto más importante hasta ahora por el intento del golpe de Estado, que dejó 250 muertos, sin incluir los golpistas.

En la noche del 15 al 16 de julio de 2016, cuando los amotinados intentaban tomar los centros de poder en Estambul y Ankara, un comando de soldados tomó asaltó el hotel donde Erdogan pasaba sus vacaciones en familia, en Marmaris (suroeste).

Según Erdogan, los golpistas tenían el objetivo de matarle y llegaron al hotel poco después de que él se hubiera ido. Dos policías de su guardia personal que estaban allí murieron en el hospital.

Mientras Erdogan efectuaba su retorno triunfal a Estambul, los golpistas huyeron a las afueras de Marmaris para esconderse, algunos en cuevas o entre la maleza. Tras una batida, fueron encontrados hambrientos y exhaustos.

Sogas

Los acusados, entre ellos 37 exmilitares, fueron juzgados por 17 cargos, entre ellos 'atentado contra el presidente', 'violación de la Constitución' y 'asesinato de una persona depositaria de la autoridad pública'.

La audiencia del miércoles se celebró en la cámara de comercio e industria de Mugla, con más espacio que el tribunal local. Varios francotiradores estaban apostados en edificios cercanos, según la agencia Anadolu.

El juicio, que empezó en febrero, se celebró en un ambiente muy tenso y en cada audiencia grupos de manifestantes pedían la pena de muerte para los acusados.

Decenas de personas, entre ellas algunas que llevaban sogas, se volvieron a reunir este miércoles cerca de la cámara de comercio de Mugla para gritar a los acusados, según las imágenes de la agencia Dogan.

El año pasado estalló una polémica cuando uno de los soldados juzgados se presentó en el tribunal con una camiseta con la palabra 'héroe'.

Erdogan reaccionó ordenando que las personas juzgadas por 'terrorismo' lleven un vestido similar a los presos de Guantánamo, una medida que todavía no ha entrado en vigor.

Tras el intento de golpe, las autoridades turcas lanzaron una ofensiva contras los presuntos partidarios del predicador Gülen, un antiguo aliado de Erdogan, que desde 2013 se convirtió en su principal enemigo.

Las purgas sin precedentes sirvieron para 'limpiar' las instituciones que, según el gobierno turco, estaban infiltradas por partidarios de Gülen desde los años 1970.

Desde julio de 2016 cerca de 50.000 personas fueron detenidas y más de 140.000 despedidas o suspendidas.

Las purgas suscitaron la preocupación de los países occidentales y de los defensores de los derechos humanos, que acusan al gobierno turco de aprovechar el estado de urgencia en vigor desde hace más de un año para reducir cualquier voz crítica en el país.

Desde el intento de golpe, los dirigentes del principal partido prokurdo (HDP) fueron detenidos y varios medios críticos con el poder fueron cerrados.